lunes, 20 de agosto de 2012

EL MITO DE LAS PROTEINAS

Escrito por ALEJANDRO SEGEBRE   
Nacimos vegetarianos. El ser humano nació para comer alimentos del reino vegetal. Fuimos creados para ser vegetarianos. Lea este artículo y compruébelo usted mismo. El mito de las proteínas se cae por sí solo.

Todos sabemos que una buena alimentación es sinónimo de buena salud, pero la mayoría no saben cómo es una buena alimentación. Ahora vamos a analizar una cuestión en particular que es muy importante. Mucha gente cree conocer bien el tema, pero no porque realmente sepan que es así, sino porque se lo vinieron diciendo toda la vida e incluso se decía desde antes que hubiera  nacido.

Las proteínas.
En Colombia como en varios otros países, el miedo a la muerte no es nada comparado con el miedo a no comer suficientes proteínas. El problema, sin embargo, no reside en la falta de proteínas sino en el exceso. Tener demasiada proteína en el cuerpo es tan peligroso (o más) como no tener suficiente. Bueno, quizá jamás haya habido tantas personas tan confundidas ante un tema del cual saben tan poco. Parecería que todo el mundo tuviese una opinión diferente sobre la cantidad de proteínas que hay que ingerir y por qué. Muchas veces habrán escuchado a un "experto" decir de la manera más convincente lo que se debía hacer con las proteínas. Y enseguida aparecía otro "experto" no menos autorizado y que, en forma tan convincente como el primero, decía absolutamente lo contrario! Esa es la situación en la que se encuentran la mayoría de las personas. Los expertos discuten entre ellos y sepultan al público bajo un alud de hechos, cifras, estadísticas y pruebas. El público termina sintiéndose como una pelota en un partido de tenis, y en todo esto solo hay una cosa que es innegablemente cierta: la gente está confundida. Ahora voy a tratar de explicarles el problema de las proteínas

"Alejandro, pero ¿qué te hace diferente de los demás "expertos?".
En realidad, nada. Mi intención no es persuadirlos de que acepten lo que les voy a decir (que yo sé que es verdad) ni tampoco reeducarlos por completo en este preciso instante. Comprender por completo el tema de las proteínas exige mucho mas conocimiento, madurez, educación, inteligencia, instinto y muchas otras cosas  de las disponibles en este articulo, más experimentación y pruebas de parte de ustedes. Lo que quiero hacer es darles la confianza necesaria para que puedan tomar una decisión inteligente por ustedes mismos, sin depender de los que los expertos digan entre ellos. Los elementos necesarios para hacer eso son: Sentido común, Lógica e Instinto. Hay numerosas fuentes que relacionan el consumo de alimentos proteicos concentrados (carne, pollo, chivo, carnero, cerdo, huevo, leche, queso) y las enfermedades cardíacas, infarto, trombosis, embolia,  hipertensión,  cáncer,  artritis, pólipos, miomas, fibromas,  osteoporosis, la gota, úlceras y muchas otras.

¿Qué son las proteínas?
Las proteínas son las sustancias alimenticias más complejas, y su asimilación y utilización de las más complicadas. El alimento que el cuerpo descompone con más facilidad es la fruta, en el otro extremo, el más difícil son las proteínas. Cuando se ingieren alimentos proteicos, exigen más energía que cualquier otro para completar el proceso digestivo. El tiempo promedio para que los alimentos (salvo la fruta) atraviesen el tracto gastrointestinales de unas 25 a 30 horas. Cuando se come carne ese tiempo se duplica a 72 horas. Por consiguiente, cuanta más proteína se come, menos energía queda disponible para otras funciones necesarias, como la eliminación de desechos tóxicos. (La digestión implica un mayor gasto de energía que cualquier otro proceso corporal). Consumir más proteína de la que el cuerpo necesita impone al organismo la pesada carga de tratar de librarse de dicho exceso: pérdida de energía. La cantidad de proteína requerida al día es de 25 gramos. Las proteínas no son ni más ni menos importantes que cualquier otro de los nutrientes de los alimentos: aunque nos hayan hecho creer que son las más importantes, no es así de ningún modo, en lo absoluto.

Ninguna discusión sobre proteínas sería completa si no se hiciera mención a la carne, ya que por lo general, se la considera como fuente ideal de proteínas. Una de las principales razones de esto es que la proteína animal se asemeja mucho más a la del cuerpo humano que la proteína vegetal (este es un excelente argumento para ser caníbales, pero hasta los amantes del asado encuentran asquerosa esta idea). Otra "beneficio" de la carne es que sirve para fortalecerse, para producir músculos. Veamos... ¿Cuál es el animal más fuerte del planeta? Muchos dirán el elefante y yo estaría de acuerdo. Otros animales conocidos por su fortaleza son la jirafa,  el mono,  el toro, la vaca, el burro,  el buey, el caballo, el camello, el búfalo. ¿Y qué comen? Hojas, hierbas y fruta. El gorila plateado se alimenta casi exclusivamente de fruta y, a pesar de tener tres veces el tamaño de un hombre, ¡tiene 30 veces su fuerza!


Nos comemos la vaca porque como proteína es casi perfecta,
¿pero qué comía la vaca para fabricar esa proteína?  Por un lado tenemos todos los datos científicos y de nutricionistas que indican los beneficios de comer carne, por otro lado tenemos nuestro sentido común, que hace que ese punto de vista resulte difícil de tragar. La proteína no se forma en nuestro cuerpo comiendo proteína, se forma a partir de los aminoácidos contenidos en los alimentos. La idea de que se puede comer un trozo de cerdo, pollo o vaca y que eso se convertirá en proteína en nuestro cuerpo es absurdo, negativo e imposible.

La naturaleza se rige por leyes, y cuando una ley es violada aparece un desequilibrio (enfermedad). Las plantas fabrican aminoácidos a partir del aire, la tierra y el agua. Los animales fabrican proteínas con los aminoácidos que obtienen de las plantas. En la carne no hay aminoácidos esenciales que el animal no haya obtenido de las plantas, y que los humanos no podamos obtener también de las plantas.


"Pero, ¿y los animales carnívoros?".
A no ser por situaciones de emergencia, los carnívoros no se comen a otros carnívoros, instintivamente se comen a animales que se hayan alimentado de vegetales. Ejemplo: cuando el león mata una cebra empieza por comerse  las tripas y el estómago, donde están los vegetales predigeridos, luego se chupa toda la sangre y solo si queda con hambre se come el resto de la carne. Esto es así porque así son las leyes de la naturaleza. Yo me pregunto cuántos más vegetarianos habría si cuando uno deseara comerse un churrasco,  tuviera que salir a matar a la vaca, abrirse paso entre las vísceras y la sangre para llegar al trozo de carne deseado.

Si comemos regularmente frutas, verduras, semillas o brotes, estaremos recibiendo todos los aminoácidos necesarios para que el cuerpo construya las proteínas. Además el combustible ideal para todos los procesos del cuerpo que requieren energía son los carbohidratos, la carne definitivamente no los contiene. Las proteínas no realizan ningún aporte significativo de energía. Las grasas pueden proporcionar energía, pero deben pasar por un proceso digestivo más largo y complicado y solo se utilizan cuando SE HAN AGOTADO LAS RESERVAS DE CARBOHIDRATOS DEL CUERPO.


El sentido común me lleva a pensar por qué los humanos seríamos la única especie animal que tiene la cosa tan complicada cuando solo se trata de obtener los componentes necesarios de las proteínas. Ningún animal en la naturaleza necesita combinar tantos alimentos para conseguir todos los aminoácidos esenciales. A mi me parece que la razón de esto es que somos la única especie con la capacidad de razonar y que en consecuencia nos hemos vuelto las cosas mucho más complicadas de lo que en realidad son.  El interés económico de la ganadería de hoy en día juega un papel importante y la avaricia de ser rico sin importar la salud de la gente. El sólo hecho de que una creencia se haya mantenido por mucho tiempo no hace que sea verdad. Quizás les interese saber que los vegetales tienen muchísimos más aminoácidos utilizables que la carne (si no me creen investiguen), debo dar la impresión que  les estoy proponiendo hacerse vegetarianos, pero no es ésa mi intención.  Albert Einstein uno de los hombres más inteligentes del planeta tierra dijo en una frase muy célebre: 
"En mi opinión, por su efecto puramente físico sobre el temperamento humano, el vegetarianismo ejercería una influencia sumamente benéfica para la evolución de la humanidad"

Soy vegetariano hace mucho tiempo y no quiero acercar al vegetarianismo a alguien a quien la cosa no le interese. Se puede comer algo de carne sin daño para la salud. Conozco algunos vegetarianos que por el solo hecho de no comer carne creen que pueden comer cualquier otra cosa que se les ocurra, y en consecuencia, son menos sanos que otras personas que comen carne de manera adecuada. Como por ejemplo arepa de huevo, gaseosas, harinas refinadas,  papas fritas,  embutidos,  enlatados, etc.  Lo que deberíamos preguntarnos es:
¿están los seres humanos diseñados y pensados para comer carne? Ya vimos que no existe justificación desde el punto de vista nutritivo. Tampoco la hay desde el punto de vista fisiológico ni psicológico.

Veamos los aspectos fisiológicos.
Los dientes de un animal carnívoro son largos, afilados y agudos....todos sus dientes. Nosotros tenemos molares para triturar. La mandíbula de un carnívoro solo se mueve de arriba abajo, para desgarrar y morder. La nuestra tiene un movimiento lateral para triturar. El estómago de un carnívoro es un simple saco redondo que segrega 10 veces más ácido clorhídrico que el de un no carnívoro. Nuestro estómago es de forma oblonga, de estructura complicada y se continúa en un duodeno. Los intestinos de un carnívoro tienen tres veces el largo del tronco y están preparados para una rápida expulsión de los alimentos que se pudren enseguida. Los nuestros miden doce veces la longitud del tronco, y están preparados para conservar dentro los alimentos hasta que se hayan extraído todos los nutrientes. El hígado de un carnívoro puede eliminar entre 10 y 15 veces más ácido úrico que el nuestro. Un carnívoro no suda por la piel, y no tiene poros. Nosotros sí. Ellos tienen la lengua áspera, nosotros no. Nuestras manos están perfectamente adaptadas para coger frutos de los árboles, no para desgarrar las entrañas de un animal como las garras de un carnívoro.

Y finalmente, como seres humanos, no estamos ni siquiera psicológicamente preparados para comer carne. Imagínense paseándose por un bosque, llenando los pulmones de aire fresco, mientras escuchan cantar los pájaros. Acaba de llover y el ambiente es limpio y puro, los rayos del sol se filtran por entre las hojas de los árboles y produce destellos en las hojas y flores húmedas. De repente se cruza una ardilla fugazmente por el camino...¿cuál será nuestra primera reacción instintiva? ¿Saltar sobre ella para atraparla, desgarrarla con los dientes y comérsela con sangre, piel, huesos, tripas y todo; y después relamerse y agradecer al cielo por haber tenido la oportunidad justa de disfrutar una comida tan deliciosa? No me lo creo... Un niño es una verdadera prueba, pongan un bebé junto a un conejo y una manzana; si se come al conejo y juega con la manzana, pídanme lo que quieran... me retiro de la medicina.


Entonces, ¿porqué los humanos comen carne?
Hay dos razones muy simples: La primera, el hábito, costumbre, tradición, cultura y condicionamiento. Si se gastaran regularmente millones de dólares en convencer a la gente de que si se cortan los pies nadie se los pisaría, es probable que algunos lleguen a ver las ventajas de hacerlo así. La segunda es que hay gente que le gusta la carne, simplemente eso. Y está muy bien, siempre que la gente no se convenza de que comer carne es por motivos de salud, ya que el único efecto que tiene la carne sobre la salud es deteriorarla.

Si a pesar de todo esto que he dicho, sigues  comiendo carne, me gustaría ofrecerte tres simples consejos para reducir al mínimo sus efectos negativos sobre tu salud:


1) Que sea de buena fuente.
Algunas sustancias que se suministran a los animales destinados a la matanza son peligrosas, como la penicilina, la tetraciclina, bolitas de residuos cloacales descontaminadas con cesio-137, desechos nucleares  radiactivos, agentes engordantes, hormonas  y multitud de otras sustancias y antibióticos que "mejoran" al animal para la venta. Hay lugares que garantizan que la carne de vaca y pollo que venden son de animales criados con pastos naturales y que no han recibido absolutamente ningún aditivo químico. Vale la pena que busques estas fuentes, y que si tu carnicero no tiene ese tipo de carne, que la pida.

2) Intenta no comer carne más de una vez por semana.
Si se consume más de una vez, la enorme cantidad de energía necesaria para digerirla no dejará energía para otras importantes funciones corporales, como la eliminación de desechos. La única comida con carne deberías hacerla preferentemente en el almuerzo, y algunos días es preferible no comer nada de carne. No te preocupes, al otro día te vas a despertar, con más energía que el día anterior.

3) Consumirla  en la combinación adecuada.
Es decir no la combines con alimentos altos en almidón y/o carbohidratos ni con otras proteínas (arroz, papa, legumbres, huevo, queso, etc.) Siempre con alimentos con alto contenido de agua (verduras, principalmente tomates, pepinos, vegetales verdes, zanahoria, zuchini, cebolla, pimentón, brócolli)

Por último, si piensas que vas a necesitar un mayor aporte energético porque vas a hacer un deporte, no comas más carne Aumenta tus carbohidratos es decir frutas,  vegetales, tubérculos como papa, yuca, ñame, plátano,  granos, pasta, cereales y semillas. Un león, que se alimenta exclusivamente de carne, duerme 20 horas por día. Un orangután  que solo come frutas solo duerme 6 horas al día.


Otra cuestión es el mito de la vitamina B12. Se cree que si no se come suficiente carne se tendrá carencia de esta vitamina.
¿DE DONDE SACA LA VITAMINA B12 EL GANADO QUE NOS PROPORCIONA LA CARNE? La vitamina B12 se encuentra en pequeñas proporciones en los vegetales verdes, frutas y semillas. Siempre se ha exagerado la necesidad de vitamina B12 para nuestro organismo. La verdad es que un miligramo de vitamina B12 puede durarnos dos años, la gente sana por lo general tiene provisión para cinco años ya que se acumula en el hígado.  La vitamina B12 también llamada cianocobalamina es un compuesto que proviene de un mineral llamado cobalto  que es producido por microorganismos que viven en el suelo que son absorbidos por   las raíces de las plantas y llevados a la fruta. La fuente de vitamina B12 y de todas las vitaminas del complejo B son las frutas y vegetales, así que olvidemos el mito de la vitamina B 12, además esta se produce en el intestino grueso.

"¿Y los huevos no funcionarán mejor que la carne como fuente de proteínas?"
Lo que necesitamos no son proteínas de alta calidad. Lo que tenemos que buscar para producir proteínas son aminoácidos de alta calidad y los encontramos en la Espirulina. A menos que los huevos se coman crudos, los aminoácidos se coagulan y mueren  con el calor y, por consiguiente, se pierden. Aún así, si te los comes crudo no son para nada saludables. Prueba  romper uno en el patio, un día caluroso y déjalo estar durante ocho horas, después aspira sus olores. No hay gran diferencia entre esto y poner un huevo crudo en el cuerpo a 37 grados de temperatura. El movimiento intestinal que sigue al consumo del huevó lo revelará. Perdónenme pero a los hechos hay que reconocerlos. El huevo  y la carne son  ricos  en azufre, y las bacterias del intestino descomponen el azufre convirtiéndolo en un subproducto final llamado acido sulfhídrico (H2S)  lo que le da el olor a huevo podrido a la materia fecal. Usted compruébelo.

sábado, 4 de agosto de 2012

EL AMOR DESVINCULADO O INDIFERENTE

Tomado del libro Amores Altamente Peligrosos Escrito por WALTER RISO    

“El peor pecado contra el prójimo no consiste en odiarlo, sino en mirarlo con indiferencia. Esta es la esencia de la humanidad”.  Bernard Shaw

La indiferencia del esquizoide es mortal porque no tiene su origen en el ego, ni en la lucha por la supervivencia del más apto, sino en una desvinculación esencial: la ausencia emocional sin más razón que  la ausencia misma.
La Territorialidad impenetrable del ermitaño afectivo
La estrategia principal del esquizoide es crear un territorio cerrado, afectivo y físico, para evitar que la gente traspase ese espacio de reserva personal y le quite la movilidad que requiere. Este afán por la libertad, hará que cualquier intento por establecer un contacto íntimo sea percibido como amenazante.

La propuesta del estilo esquizoide es inaceptable porque rompe con la estructura ética del amor, al desconocer la importancia de la
philia (amistad) y el ágape (compasión). Los siguientes esquemas muestran la complejidad de esta manera de relacionarse: “Mi autonomía no es negociable” (culto a la libertad), “No comprendo tus sentimientos y emociones” (analfabetismo emocional) y “Puedo vivir sin tu amor” (autosuficiencia afectiva).
“Mi autonomía no es negociable”. Nadie niega que la autonomía sea un valor imprescindible para el crecimiento psicológico y emocional. Sin embargo, una cosa es la independencia razonable y otra distinta la adicción al desapego. El esquizoide busca en la soledad un refugio para su existencia y hace que la independencia se convierta en aislamiento, reclusión e incomunicación. Este repliegue estratégico responde a la visión negativa que posee de los demás y a la idea de que el amor es una forma de esclavitud. Querer a un esquizoide es como abrazar la nada.

¿Cuál sería la mejor pareja para un esquizoide? Quizás otro esquizoide, aunque es probable que al poco tiempo ambos se aburran y busquen a alguien menos escurridizo que los inserte de tanto en tanto en la vida real. Otra opción es las relaciones por internet, distantes pero aparentemente próximas, no comprometidas y juguetonas, donde la comunicación se maneja a millones de años luz, así puedan verse en las pantallas.


“No comprendo tus sentimientos y emociones”.
Como ya dije, los esquizoides sufren de cierto analfabetismo emocional y falta de empatía. Más concretamente, les cuesta leer lo que el otro está sintiendo. La gran mayoría de esquizoides sufren de una enfermedad psicológica llamada alexitimia, que consiste en la incapacidad de procesar información emocional y/o afectiva, propia o ajena.

Quizás el amor desvinculado no sea amor en lo absoluto. No sabemos a ciencia cierta qué ocurre en la mente de un sujeto esquizoide y si esa mezcla difusa de sensaciones y percepciones enredadas configuren un patrón afectivo o algo que se le parezca. De todas maneras, no es consuelo ni justificación: la indiferencia es una tortura que mata en cámara lenta.


“Podría prescindir de tu amor fácilmente”.
La indiferencia radical es profundamente destructiva para alguien que espera ser amado o amada. No es lo mismo afirmar: “Me dolería perderte porque te amo, pero aun así, sobreviviría a tu ausencia”, a decir, por ejemplo: “Me da lo mismo estar contigo, que sin ti”.

En las parejas también existe una lucha por el poder, y el “poder afectivo” lo posee quien necesita menos al otro. Si puedes prescindir de ti más fácil de lo que tú puedes prescindir de mí, tengo una desventaja a mi favor. Como se utilice este poder, es otra cuestión. Pues bien, en esto de darse de baja en la relación, el esquizoide lleva sin lugar a dudas la delantera: no ruega por amor, pude muy poco o nada, no suplica, no sugiere y no colabora para que la relación mejore.

¿Por qué nos enganchamos en una relación esquizoide?
La conquista como un reto
Al comienzo de la relación, el sujeto esquizoide no se parece en nada a un agujero negro y nadie sospecha de su incapacidad de entregar y recibir afecto. La impresión que suele causar durante la conquista es que son personas respetuosas y algo misteriosas, lo que atrae sin duda a los pretendientes de turno.

Solo estando enamorados, se puede sentir a plenitud el rechazo y la frialdad del ermitaño afectivo: esa es la cruel paradoja. Todo pinta bien para echarnos al ruedo, pero, de pronto, al pisar la arena, inexplicablemente los toros salen de la nada y nos embisten. Cuando nos retiramos del sitio, lo animales simplemente se esfuman, y si entramos nuevamente al ruedo, vuelven a aparecer. Esa es la trampa, esa es la pesadilla: el amor está justo en el centro de la plaza.


En mi experiencia clínica, he detectado, al menos dos esquemas que hacen a las personas especialmente vulnerables a los encantos esquizoides: “Necesito a alguien que respete mis espacios” y “Necesito que la conquista sea un reto”.


Reserva personal/independencia: “Necesito a alguien que respete mis espacios”.
Cada vez más personas asumen que una buena relación es aquella donde cada quien puede moverse libremente. El miedo a que nuestra libertad se vea restringida crece cada vez más en un mundo globalizado y “yóico”. La consigna “te quiero, pero también me quiero a mí mismo” está muy arraigada en la gente joven que ya no ve el amor como fuente de esclavitud o sacrificio, sino como una forma de intercambio democrático. Partiendo de la premisa anterior, surge la pregunta: ¿Qué impresión causará el estilo esquizoide a una persona posmoderna que ama su libertad y la defiende? Posiblemente considere que está frente a su alma gemela y no perciba el verdadero mensaje del esquizoide: “No me meto en tu mundo privado, para que no te metas en el mío”. Para que una relación funcione bien, no es suficiente que respeten nuestros espacios; también necesitamos que nos quieran a rabiar, que nos mimen y que nos “invadan”, de tanto en tanto, con el beneplácito del deseo.

Desafío como motivación: “Necesito que la conquista sea un reto”.
Este esquema lo he visto funcionar primordialmente en mujeres, a quienes les seduce el reto de las conquistas difíciles. Su dinámica es como sigue: los hombres lejanos, que no muestran interés por ellas o que ignoran sus atractivos, se convierten automáticamente en un desafío para su autoestima y valoración personal. Es como tasarse a sí mismas. El pensamiento que las mueve es principalmente egocéntrico: “Cómo se atreve a ignorarme!”. Lo saludable no está en enamorarse de un jeroglífico ambulante, sino en conocer a la pareja en lo fundamental y tener un pacto transparente. La gente interesante es la que aporta, no la que se esconde.
Estrategias de supervivencia afectiva
1. Aceptar la indiferencia como un modo de vida e intentar transformarse en esquizoide. Esta metamorfosis no es fácil de lograr, porque no se hace esquizoide el que quiere, sino el que puede. De todas maneras, los que deciden transformarse no pasan de ejecutar un papel superficial, porque, en lo más profundo, siguen añorando un amor completo y saludable, así intenten disimularlo. Los comportamientos más representativos de esta actitud son:

• Volverse afectivamente indiferente o distante

• Modificar, sublimar y/o reprimir las necesidades sexuales
• Frenar opiniones y expresiones de afecto que podrían incomodar al otro.
• Tener una vida social de pareja pobre o nula
• Hacer de la soledad una forma de vida
• No esperar nada del otro
2. No dejarse arrastrar por la frialdad afectiva y reclamar un amor completo. Si bien esta estrategia es muy utilizada por las parejas de los sujetos esquizoides, la confrontación, tarde que temprano, llevará a una exigencia amorosa sin sentido. El amor no se obliga. Veamos algunos de los comportamientos que definen esta actitud:

• No renunciar a las emociones y dejar claro que debe haber una modificación en la manera de relacionarse

• No aceptar el aislamiento extremo o el distanciamiento conductual.
• Exigir que haya más compromiso, más implicación en la vida común, que se sienta la participación activa del otro.
• Mejorar las relaciones sexuales y el erotismo
• Comunicarse más y mejor.
Cómo reconocer el estilo esquizoide antes de enamorarse
La alexitimia no puede disimularse fácilmente. La inexpresividad verbal y gestual, así como la poca vida interior que los caracteriza, no pasarán desapercibidos. Pero donde el estilo esquizoide se hace más evidente es cuando se enfrentan con temas como el amor, la amistad, la pasión, las fantasías y la compasión. Es decir, aquellas cuestiones donde el factor humano y la sensibilidad cobran más fuerza. Algunas de las siguientes pautas pueden servirte como guía:

• No disfrutará mucho de las relaciones íntimas. Las aceptará a regañadientes, siempre y cuando no haya compromiso.

• Sentirás que debes tomar la iniciativa en todo y casi siempre, pero su desidia no estará motivada por intenciones subversivas, simplemente, “le dará lo mismo” porque nada le produce entusiasmo.
• Será una persona solitaria con pocos amigos y una historia afectiva muy pobre.
• Te dará la impresión de estar frente a una persona inmune a las críticas o las alabanzas de los demás.
Cuando la persona esquizoide/ermitaña eres tú: algunas consideraciones
Si revisas tu historia personal, es posible que te hayas criado en una atmósfera familiar exageradamente formal, rígida y reservada, que provocó en ti una lejanía afectiva con la gente, una manera desvinculada de relacionarte. Me refiero más a una familia afectivamente fría y distante, con problemas de comunicación.

Estoy contigo en que la gente tiene el derecho a ser ermitaña e irse a vivir a una cueva perdida en la montaña. Querer estar solo es una opción de vida respetable; lo que es difícil de aceptar es que arrastres contigo a otra persona, prometiendo un amor que no eres capaz de dar ni recibir. Autonomía y amor no son incompatibles. Acepto que muchas personas son demandantes, absorbentes o emocionalmente dependientes, pero exageras cuando generalizas estas características a todo el mundo. ¿Qué te falta? Ternura, sensibilidad por el otro, vida interior. Fromm decía:
“El amor es una fuerza propia del ser humano, mediante la cual se pone en relación con el mundo y hace de este su mundo”.

viernes, 3 de agosto de 2012

TODAS NUESTRAS RELACIONES SON KARMICAS

Tomado del libro El Enigma de las Almas Gemelas
“El corazón tiene razones que la razón no conoce” Pascal
Relacionarse con los demás es una manera de crecer fructífera, apasionante y a veces dolorosa. La experiencia de esta vida casi nunca alcanza para dar una explicación completa sobre nuestras relaciones afectivas. A fin de buscar las raíces de nuestras pautas de relacionamiento, nos podemos trasladar a otras vidas. Por comodidad, las llamo vidas anteriores o pasadas, pero no hay que considerarlas como si formasen una cadena que se extiende detrás de nosotros. Nuestras vidas “pasadas” nos rodean por todas partes. Las vemos todos los días. Estas influencias ocultas son las que nos atraen hacia nuestras almas gemelas.

Tenemos que pensar las relaciones en el sentido más amplio de la palabra, porque toda interacción con otra persona, por fugaz que sea, puede enseñarnos una lección kármica o brindarnos una oportunidad de crecer. Los contactos con las almas gemelas tienden a ser catalíticos. Tal vez veamos a alguna de nuestras almas gemelas una sola vez y por poco tiempo, pero esa interacción nos dejará una marca eterna en el espíritu. A veces, un alma gemela entra en nuestra vida con una misión específica: hacer todo lo posible para que seamos lo que tengamos que ser. En otros casos nos indican la lección que debemos aprender. A lo mejor no son lecciones que vayan a revolucionar el mundo, pero tal vez sí nos cambien la vida.

Por lo común, nuestra alma gemela llega para continuar una relación kármica que ya existía de antes. El karma es todo lo que ha ocurrido con anterioridad. Es acción y reacción, débito y crédito. También es una puerta abierta, un lugar donde podemos crecer. Si bien hay un karma “bueno” y positivo en algunas de nuestras relaciones afectivas, existen asimismo pautas de conductas negativas y destructivas; éstas son las culpables de la mayoría de los problemas que tiene la gente al relacionarse, en especial las almas gemelas. En parte, estamos donde estamos para reconocer estas pautas y revertirlas. Una vez que asumimos su presencia, se vuelve posible modificarlas; sólo hace falta adoptar una postura novedosa en vez de reaccionar por inercia igual que siempre. Podemos ser “proactivos” en vez de “reactivos”. Y seguramente, la principal ayuda en esta faena la recibiremos de nuestra alma gemela o nuestras almas gemelas.


La Tierra es el lugar donde se pueden elaborar las emociones. Es el único nivel de la existencia en que somos capaces de “esconder” nuestros sentimientos. Los contactos recibidos desde otros niveles, en especial los más cercanos a lo terrenal, nos dicen que la emoción se ve con gran facilidad en este mundo, más que nada por el color, olor, etc. Por eso, cuando de estados de ánimo se trata, en la Tierra podemos engañarnos a nosotros mismos y a los demás. Este es también el plano en que podemos alcanzar el equilibrio emocional. Por supuesto, las relaciones afectivas, o la ausencia de ellas, tienen mucho que ver con las emociones que vivamos.


En las relaciones kármicas, se distinguen dos grupos bien diferenciados:


1. Relaciones nacidas de contactos anteriores entre las almas:
los episodios de la vida actual son continuación de experiencias o hechos de vidas anteriores; tal vez nos toque estrechar fuertes lazos espirituales afectivos con quien había sido nuestro “peor enemigo”. Esto es el contacto de almas gemelas. Aquí el karma es el mismo para las dos personas. Este tipo de relaciones se da dentro de nuestro “grupo de almas”, en el cual tenemos conexiones que datan de hace mucho tiempo y ya experimentamos todas las interacciones posibles. Puede que estos contactos reúnan a distintas personas para llevar a cabo alguna misión, concluir algún asunto pendiente, saldar deudas y obligaciones, actuar como catalizadores o establecer una relación que dure para siempre.

2. Relaciones en que, a pesar de no haber ningún contacto previo, nos vemos trabajando juntos con la otra persona respecto de algún tema o pauta en particular.
En este caso, nos unimos para resolver lo que haya que resolver y aprovechar todas las potencialidades que brinda el contacto. Tal vez nos parezca haber encontrado a un alma gemela porque nos sentimos muy cómodos con ese vínculo, pero lo más probable es que se trate de un alma gemela falsa. Esta persona se combina a la perfección con nuestros “receptores relacionales” y, mediante sus pautas innatas, nos ofrece un reflejo fiel de nuestro propio ser. Pero muy rara vez existe un lazo a nivel espiritual. A lo mejor lo iniciamos con nuestro encuentro, pero de todos modos ése no es un factor inherente a este tipo de relaciones.

En nuestras relaciones solemos repetir ciertos esquemas una y otra vez. Las siguientes son algunas de las cuestiones kármicas típicas.


• Padre/madre – hijo:
Son roles que casi nunca tienen nada que ver con la verdadera relación filial, sino que se arrastran del pasado y generan nuevas formas de interacción. Quién no conoce a alguna mujer que sea la “nenita” de su marido, o que se porte como si fuera la madre; o al padre que se la pasa mimando a su hija y relega en su esposa el papel de “progenitor”; y quién no ha visto alguna vez a esas madres que no pueden soportar que su hijo se vaya, o a los hijos que tienen que ser paternales con sus padres. Muy a menudo vemos matrimonios en que los esposos, más que cónyuges, parecen hermanos, como si el elemento sexual faltara o estuviese debilitado. La secretaria que asume un papel maternal con su empleador y el jefe que quiere una asistente que le ande atrás como una madre son cosa de todos los días; y estas situaciones se dan tanto en los hombres como en las mujeres. Quizás no sea tan común el caso de la secretaria que espera de su jefe que sea paternal con ella, pero también sucede. Caemos en estos roles con mucha facilidad, porque nos resultan muy conocidos y muy seguido ocurre que estuvieron presentes en alguna vieja conexión con nuestro grupo de almas. Suelen formar parte de la experiencia espuria de las almas gemelas.

• Víctima/mártir – perseguidor/salvador:
Con frecuencia, el salvador acaba siendo la víctima o el mártir. Los excesos y los abusos de poder, a veces ejercidos con extremo disimulo, ocupan un lugar fundamental en este tipo de interacción kármica. En ciertas familias, es probable que todos se las agarren con el más chico y lo usen como chivo expiatorio. La relación salvador/víctima es común en familias que sufren problemas con cualquier clase de adicción y en las que algunos de los padres y/o hermanos actúan como “defensores de los pobres”. Esta interacción se da también en relaciones que algunos llaman “amorosas”. Dado que ambos roles se necesitan entre sí, es muy fácil pensar que se trata de un vínculo entre almas gemelas. Todas las variantes de codependencia responden a este esquema. Estos vínculos nunca podrían darse si no hubiera uno que se sintiera inferior al otro. Pero la necesidad es fuerte por ambos lados. La víctima requiere al que la martiriza y el salvador precisa alguien que no sepa defenderse solo. Si a un individuo siempre lo están defendiendo, “salvando” o martirizando por el simple hecho de que es “débil”, jamás se hará fuerte, y así se creará un círculo vicioso en el cual el esquema se repetirá hasta el infinito, muy a menudo de generación en generación.

• Dominio y sumisión:
Esta es una cuestión de poder y control. Quizá sea literalmente la manifestación de una antigua interacción del tipo “amo-esclavo”, o quizá simbolice las relaciones de poder. Surge cuando uno necesita ser dominado y, el otro, dominar. Si ninguno tiene conciencia de la situación, es muy probable que la relación esté cargada de considerable violencia, en especial cuando, sin darse cuenta, el que necesita que lo dominen genera una situación de dominación o el que antes era sumiso trata de imponer su voluntad. Es algo muy usual en las relaciones filiales: es posible que padre e hijo se reencuentren para repetir una vieja danza que ya es parte del repertorio habitual. Por eso a muchos les cuesta tanto alejarse de la violencia hogareña ejercida por su pareja dominadora: les guste o no, necesitan la seguridad que les da esa dominación vieja y conocida. Es importante destacar que el dominador no es el único que comete atropellos; puede que el “pobre infeliz” se convierta en un tirano a su manera, y que sepa muy bien cómo apretar los botones que desatan la violencia. Por supuesto, una verdad muy aceptada es que los hijos de relaciones abusivas suelen tornarse opresivos ellos mismos cuando la rueda da la vuelta y ven todo desde el polo opuesto. La cura para estas interrelaciones está en reconocer el problema, hacer un esfuerzo consciente para incorporar el otro polo y dejar de actuar por inercia. Quizás haya que representar uno y otro papel para comprender bien qué es lo que está pasando, y puede que esto sólo sea posible en vidas sucesivas. Aprender a confiar en el otro es también un ingrediente fundamental, lo mismo que atender a las necesidades del semejante y buscar una salida creativa para los juegos recíprocos de poder.

• La dependencia y la connivencia como contracara del amor incondicional:
Los extremos se tocan ¡cuántas veces la dependencia y la connivencia se disfrazan de “ayuda” o “colaboración”! Muchos creen que brindan un amor incondicional por el simple hecho de que dan a su pareja todo lo que ésta parece requerir o desear. Sin embargo, tal vez si se les dijera que no con convicción y se les permitiera buscar su propia senda, se haría un gran favor a su desarrollo espiritual. Esta forma de “colaboración”, en vez de incentivar las potencialidades de una persona, tiende a suprimirlas.

• El traidor y el traicionado:
Prometió tanto y cumplió tan poco… Donde mejor se ve esta cuestión es en las relaciones adultas en que aparece un o una amante, con frecuencia en forma reiterada. También es tema recurrente, aunque no se nota tanto, en las familias que de golpe quitan todo su apoyo al hijo que antes habían alentado y ayudado. Por ejemplo, puede que un niño sea el mimado de su madre, pero cuando nace el hermanito, quede relegado a un segundo plano. El pobre chico, solo y sin entender nada, descubre que ya no es más el centro del universo; entonces empieza a desconfiar de todos los adultos que conoce y a tratar de hacer daño a los demás antes de que los demás lo dañen a él. Los chicos a los que siempre les prometen cosas y nunca les dan nada, repetirán de adultos el mismo esquema de traición. Es posible que quien arrastra esa pauta desde vidas anteriores ya esté involucrado en una red de traiciones mutuas que date de varias existencias. A pesar de todo, puede que un alma se siente muy apegada a otra por las promesas que ésta le hizo y nunca cumplió.

• El que da y el que acepta:
Este tipo de interacción, tan común en todas las adicciones, también aparece en las relaciones mal llamadas de almas gemelas. Es semejante a los vínculos entre como “soy” o “No puedo vivir sin él (o ella)”. Suele darse en ciertos matrimonios, en los cuales la esposa renuncia a su propia carrera para dedicarse de lleno a la de su marido, o en las relaciones filiales en que el hijo depende constantemente del dinero de sus padres para seguir con su tren de vida. El esquema básico es el siguiente: una persona se esfuerza y genera las condiciones específicas para que la otra pueda florecer o marchitarse, según en qué dirección se la lleve. Por lo general, quien recibe estas atenciones crecerá débil y con algún tipo de dependencia hacia los demás, lo cual perpetuará el poder del “generoso”. Esta pauta mantiene a los involucrados muy atados entre sí, porque piensan que no pueden vivir el uno sin el otro. También puede esconderse un vínculo oculto detrás de este tipo de relaciones, porque si se las mira con detenimiento, podrá notarse que a veces el que da es, en realidad, el que recibe.

•    El seductor y la seducida (o viceversa):
Este vínculo está originado por lo común en relaciones amorosas anteriores. El alma gemela puede sufrir atropellos y abusos, tanto si el vínculo se basa en la amistad, como si se basa en el amor o los lazos familiares. La seducción no siempre es sexual, a veces es intelectual o emocional y hasta es posible que sea de tipo espiritual. Esta situación es común también en las interacciones entre el gurú y su discípulo. El gurú, espiritual o de otra clase, seduce al discípulo con su supuesta sabiduría; luego le irá racionando esos conocimientos que el discípulo procura con tanto ahínco para mantener control sobre él. Por supuesto, al igual que en tantas otras interrelaciones, el gurú termina cambiando el sentido del vínculo y persuadiendo a su discípula o discípulo de mantener relaciones sexuales, casi siempre con la excusa de transmitirle poder, pero con el verdadero propósito de reafirmar la dependencia del seducido. Este también es un problema que persiste a lo largo de los siglos.

•  El dilema de la libertad o el compromiso:
la cuestión sintetizada en la frase: “no puedo vivir con él, pero tampoco puedo vivir sin él”, se repite a lo largo de muchas vidas. Algunas relaciones afectivas son esporádicas, excitantes y apasionadas, tanto que no podrían durar toda la vida. Si ambos compañeros permanecieran juntos mucho tiempo, se aburrirían, el fuego se extinguiría o uno de los dos se escaparía, porque no aguantaría la responsabilidad de mantener el vínculo de ese tipo. A lo mejor, los dos prefieren seguir viviendo juntos, pero aprendiendo a entregarse de verdad el uno al otro. Para ello, deben dejarse ciertos espacios: espacios para crecer, para existir en tanto individuos o para hacer lo que tengan que hacer, siempre dentro del marco de una relación comprometida. Dan ganas de huir, de salir a volar con libertad, pero el alma dice “No, todavía no”. A veces la unión sólo sirve para que cada miembro de la pareja aprenda a vivir sin el otro, para que cada uno tome su camino. Si los dos siempre han estado muy pendientes el uno del otro, atados por lazos simbióticos o por obligación, tal vez deban aprender a renunciar, a ser libres; quizá les convenga buscar otro amor… u otra forma de amar.

El servicio:
Sea cual fuere, es un rasgo muy fuerte en las relaciones de almas gemelas. Antes de encarnarse, los dos habían acordado que uno de ellos cumpliría un servicio para el otro. Quizás uno cuide al otro, si está enfermo o discapacitado, y así aprenda a ser compasivo y comprensivo; pero también es probable que el que está en apariencia impedido sea el que cumpla el servicio para el otro. Rudolph Steiner dice que la gente que eligió nacer discapacitada no lo hizo tanto para conocer esa experiencia como para ayudar a los demás a que aprendan cosas nuevas. Cuando alguien tiene alguna tarea dura esperándolo en la calle, seguramente tendrá también un alma gemela que lo ayudará y le brindará afecto en el hogar; asimismo, el padre o la madre prepararán al niño para la adultez de la mejor manera posible.

• Reparación:
Puede partir de uno o venir hacia uno. La culpa puede atarnos bastante a alguna interacción kármica reiterada, pero, de todos modos, es posible practicar la reparación en forma positiva. Implica pagar viejas deudas o cumplir los tratos efectuados en otras vidas. Por ejemplo, si en una vida pasada alguien nos dio la oportunidad de aprender y crecer, tal vez ahora releguemos parte de nuestro desarrollo para ayudarlo a él. Del mismo modo, si mientras aprendíamos nuestras lecciones hicimos algún daño, quizás queramos reparar ese daño, quizás queramos reparar ese daño en esta vida. Estas situaciones aparecen mucho en las relaciones padre-hijo o maestro-discípulo. También ocurren en los matrimonios y otras relaciones amorosas.
 

miércoles, 1 de agosto de 2012

SEXO ORAL







   ¿LA MEJOR FUENTE DE JUVENTUD Y VITALIDAD?
Esto es lo que predica una milenaria secta secreta china de mujeres que creen en que practicarlo les permite absorber la energía vital de los hombres.
Aunque no se tiene certeza sobre su existencia en la actualidad, siempre se ha hablado de una secta de mujeres orientales llamadas las Tigresas Blancas. Registros históricos dicen que nació en China en el siglo VI a.C., que sus integrantes están consagradas enteramente a ellas mismas y que el sexo oral es el centro de su interés espiritual, ya que están convencidas de que su práctica es una fuente de energía sanadora y revitalizante.
Ellas creerían en el mantenimiento de su juventud y salud al obtener la energía vital del hombre a través de su semen y de la felación en sí, pues la semilla del hombre contendría la energía de la vida misma, que al ingerirla o aplicársela en la piel, lograría un efecto rejuvenecedor de cuerpo y espíritu. (Te recomendamos el libro 'El Otro Lado del Sexo' de la escritora francesa Valérie Tasso, donde profundiza sobre el tema).
Dentro de los dogmas de esta secta está nunca tener coito, ya que según ellas, la práctica envejece sus órganos, en reposición al coito ellas prefieren que sus compañeros les practiquen sexo oral –o el aliento del dragón como lo llaman- hasta alcanzar el orgasmo, ya que éste liberaría la energía para ellas necesaria, sin desgastar sus cuerpos con la penetración.
Dichas prácticas están encaminadas a succionarle la energía vital a un hombre a través de su pene para estricto beneficio propio. El acto succionador mismo emplearía músculos faciales que casi nunca se usan en la vida diaria, lo que, según las sacerdotisas, eliminaría depósitos de grasa y fortalecería dichos músculos, manteniéndolas jóvenes.
Por sus creencias, el taoísmo, una de las religiones más difundidas en China, habría perseguido a las Tigresas Blancas hasta casi extinguirlas, pues al instruir a sus adeptas para que se beneficiaran de la energía vital del hombre a través del sexo, iban en contra de la filosofía taoísta, que predica que la energía debe ser compartida y beneficiosa para hombre y mujer durante el acto sexual.
Algunos estudios les darían base científica a las creencias de estas sacerdotisas orientales, como el de los investigadores en psicobiología, Gordon Gallup y Rebecca Burch, de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY por sus siglas en inglés), quienes hicieron una investigación en la cual evaluaron las propiedades químicas del semen humano y concluyeron que eran beneficiosas para la salud mental y fisiológica.
Por su parte la sexóloga y psicóloga clínica, Martha Lucía Palacios, profesional de la Universidad Javeriana, dice que el sexo oral es la forma más íntima de acercarse a alguien, “psicológicamente une más a las personas porque se le confían al otro órganos delicados y bastante sensibles”, dice.
En cuanto al semen, la sexóloga comenta que sí ha escuchado de las vitaminas y demás sustancias que posee, pero cree que dichas bondades milagrosas se las pueden atribuir simplemente porque es una sustancia que crea vida, sin hacer verdaderos análisis. Algo que coincidiría con las creencias de las Tigresas, para quienes el líquido eyaculatorio contendría proteínas y otras sustancias dietarias benéficas, además de estimular la irrigación sanguínea hacia la piel, lo que mejoraría su apariencia, por no hablar de las propiedades astringentes que estas mujeres le confieren.
sexo oral y juventud