viernes, 20 de enero de 2017

El dilema de retrasar nuestra hora de dormir

Todos hemos enfrentado este dilema alguna vez: ¿Debería ir a dormir, o terminar todo el trabajo que tengo pendiente?. Es muy tentador permanecer despiertos hasta altas horas de la noche, cuando hay tanto trabajo por hacer todo el tiempo. Para ayudarnos a comprender por qué siempre es más ventajoso ir a dormir, recordaremos algunos efectos que ocasiona la privación de sueño en nuestro cerebro, con información de psychologytoday.com.
Tan solo una noche sin sueño altera el funcionamiento del sistema inmune, haciéndonos vulnerables a padecer más enfermedades. También aumenta la presión sanguínea y nos hace sufrir cambios endocrinos relacionados a la termorregulación y el apetito, resultando en un aumento de peso.
Existe evidencia que una semana de restricciones en nuestras horas de sueño (poco menos de seis horas por noche), contribuye a malfuncionamientos en nuestro sistema cardiovascular y neurocognitivo. Sin embargo, recuperar sueño durante el fin de semana ayuda a disminuir estos niveles de riesgo.
En cuanto a nuestro cerebro, una noche sin dormir reduce la coordinación motora y en consecuencia, nuestra habilidad de conducir. Aún más importante, muchos estudios han asociado la falta de sueño crónica con déficits en la memoria de corto y largo plazo, dificultad para tomar decisiones y falta de atención.
Con todo esto en mente, sin duda es más beneficioso para nuestro cerebro dar prioridad a nuestras horas de sueño y aprovechar el pico de creatividad en esas primeras horas de la mañana. Después de todo, con una buena organización de nuestro tiempo y con nuestro arsenal de estrategias productivas seremos capaces de hacer más trabajo y estar saludables al mismo tiempo.
Así que a dormir Más.