sábado, 7 de enero de 2012

FÓRMULA PARA CRECER

 Por Pilar Sordo

Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año,.... porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas:
 
 -a aprender a amar
 -a dejar huella
 -a ser felices
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
A esta tierra vinimos a cansarnos, para dormir tenemos siglos después.
Valorar la libertad como una forma de vencerme a mi misma y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero…. deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
El tercer y último punto a cultivar  es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores.
Este a mi juicio es el gran elemento a educar no sólo el 2012 sino que durante todo el siglo XXI.
Es dentro de todo este trabajo donde nos debiéramos concentrar en:
 
  • Sentarnos en la mesa en familia, mínimo una vez a la semana, ojala todos los días.
  • Apagar las pantallas mientras estamos comiendo, no contestar teléfonos, sentir que los únicos ruidos que se escuchan sean los de nuestras voces.
  • Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día.
  • Querernos.
  • Crear dentro de nuestras casas, hogares. Y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas, independientes de los recursos, se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
  • Tengamos contacto con la naturaleza, juguemos, riamos y démonos el  tiempo de compartir con losabuelos, imprimámosle las fotos para que las vean como a ellos les gusta y disfrutemos de sus sabidurías. Obliguemos a nuestros hijos a compartir con ellos, así entenderán sus historias.
    Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello.
    La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia del nuevo siglo: la inteligencia espiritual.
    Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos "antiguos", a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
    Este 2012 vendrá con lo que tenga que venir, todo será necesario y maravilloso, lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo, acojámoslo con amor y con gratitud y con el alma abierta a todo lo que tendremos que aprender de él.

    Decretemos ser felices y comencemos a vivir como si fuera nuestro último día.

MANTENERNOS DELGADAS


La mejor dieta para bajar de peso
En esta serie especial sobre nutrición, BBC Mundo le explica por qué adelgazar es relativamente fácil y mantenerse en forma, no.

Más de medio millón de personas en el mundo viven con sobrepeso o son obesas, y los expertos ya hablan de una epidemia global de obesidad.
Para las autoridades sanitarias, ésta es una causa de gran preocupación por el número de enfermedades asociadas al sobrepeso.
Pero para la industria multimillonaria de las dietas es una fuente de enormes ganancias.
Porque es un hecho que en la mayor parte del mundo vivimos obsesionados con perder peso.
Y también es un hecho que, a pesar de la ciencia y de los mensajes sobre el daño del sobrepeso para la salud, adelgazar sigue siendo para muchas personas un objetivo muy difícil de lograr.
Tres dietas básicas
El mayor problema, como explica a BBC Mundo la doctora Cecilia Albala, del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile, no es tanto perder los kilos de más, sino mantenerse con un peso ideal.
"En efecto, hay muchísimas dietas para bajar de peso, porque bajar de peso es relativamente fácil. Lo difícil es mantenerse delgado", dice la experta.
"En más del 95% de los tratamientos dietéticos se reincide y la gente vuelve a engordar, lo cual significa un fracaso".
Tal como explica la nutricionista, las dietas probadas científicamente, independientemente del nombre que tengan, se dividen en tres tipos.
Estos son: las dietas hipocalóricas, con la que se consumen menos calorías de las que se gastan; las hiperprotéicas hipocalóricas, que restringen carbohidratos y se aumenta el consumo de proteínas y las que tienen una gran restricción de grasas.
"Si se hacen bien, cualquiera de estas tres dietas logran bajar de peso. Simplemente por la cuestión del balance energético: si necesitamos 1.000 calorías para vivir y se comen 200, nos queda un déficit de 800 y tenemos que bajar de peso".
Menos calorías, poca porción
Un gramo de grasa contiene el doble de calorías que un gramo de carbohidratos o proteínas, así que para lograr un déficit hipocalórico tenemos que comer muy pocas grasas y tratar de suprimir azúcares y harinas refinadas.
También debe incluir en su dieta opciones de bajas calorías, como frutas y verduras, pescado, leche descremada, alimentos ricos en fibras y productos de granos integrales.
"Yo, después de 30 años de trabajar en obesidad, nunca recomiendo una dieta que sea muy diferente a las actividades de la vida normal de la persona, porque será imposible que la mantenga".
"Lo más importante es cambiar hábitos y hacer ejercicio, porque si no subirá de peso indefectiblemente".
Otro consejo útil para bajar de peso es vigilar las porciones de sus comidas.
Es un hecho que cada vez son más grandes la cantidad de alimentos que comemos, especialmente cuando se trata de comidas rápidas o productos procesados, y esto significa más calorías.
También es necesario reducir las cantidades de papas, pasta y arroz, ricos en carbohidratos, y las bebidas gaseosas azucaradas que añaden calorías adicionales a su régimen sin ningún valor nutricional.
Actividad física
Y no se debe olvidar la importancia del ejercicio y de la actividad física.
Esto, dicen los expertos, no significa sudar profusamente en un gimnasio.
Elija actividades físicas que disfrute, como caminar o andar en bicicleta, y añada minutos adicionales dedicados a estas actividades cada semana.
También es buena idea comprarse un podómetro para medir el número de pasos que da cada día e incremente esa cantidad gradualmente.
Además, otra recomendación de la doctora Albala es evitar las dietas que prometen "milagros" de perder peso rápidamente o las que están de moda y que sugieren comer sólo uno o dos alimentos, o aquellas que dicen que determinados alimentos "queman grasas".
Ninguna de estas dietas tiene éxito y pueden ser riesgosas, porque no ofrecen todos los micronutrientes que necesita el organismo.
¿Cómo mantenerse delgado?
"Pero una vez que bajamos de peso, ¿cuánto tiempo soy capaz de mantener ese peso ideal?", se pregunta Albala.
"Una de las cosas más importantes para la manutención, además por supuesto del ejercicio, es pesarse".

"Las personas que se pesan por lo menos una vez a la semana -obviamente estamos hablando de los que siguen una dieta y hacen ejercicio- son las que logran mantener su bajo peso".
"Porque son las que logran asumir, por sí mismas, si están comiendo más o menos. Y es que bajar un kilo cuando usted lo sube no cuesta nada, pero bajar diez kilos sí que cuesta", dice la nutricionista.
En efecto, por lo general nos pesamos sólo cuando estamos haciendo dieta, pero una vez que bajamos de peso o cuando no estamos haciendo dieta nos olvidamos de la báscula.
"Le puedo decir que, en mi experiencia de 30 años como nutricionista, eso que parece tan simple como pesarse es lo que menos hace la gente y lo que es más útil para estar permanentemente consciente del peso corporal".
"Así que mi consejo es: cómprese una pesa antes de empezar su dieta, siga una dieta balanceada y saludable, haga ejercicio de forma regular y pésese continuamente".

MUJERES QUE AMAN DEMASIADO

"No sé cómo lo hace todo. Yo me volvería loca si tuviera que soportar todo lo que soporta ella."
"¿Por qué lo tolera?"
"De todos modos, ¿qué ve en él? Podría llevar una vida mucho mejor."
La gente tiende a decir esta clase de cosas sobre una mujer que ama demasiado, al observar lo que parecen ser sus nobles esfuerzos por mejorar una relación aparentemente insatisfactoria. Pero las pistas que permiten explicar el misterio de su devoto apego por lo general se pueden encontrar en las experiencias que tuvo cuando niña: La mayoría de  nosotras crecemos y continuamos en los roles que adoptamos en nuestra familia de origen.
Para muchas mujeres que aman demasiado, esos roles a menudo implicaban negar nuestras propias necesidades e intentar satisfacer las de otros miembros de la familia. Tal vez las circunstancias nos obligaron a crecer demasiado rápido, a asumir prematuramente responsabilidades de adultas porque nuestra madre o nuestro padre estaban demasiado enfermos física o emocionalmente para cumplir con sus funciones propias. O quizás alguno de nuestros padres estuvo ausente debido a su muerte o a un divorcio y nosotras tratamos de tomar su lugar, ayudando a cuidar tanto a nuestros hermanos como al progenitor que nos quedaba. Tal vez nos convertimos en la madre de la familia mientras nuestra madre trabajaba para mantenemos. O quizá vivimos con ambos padres, pero debido a que uno de ellos estaba furioso o frustrado o infeliz y el otro no reaccionaba a eso con apoyo, nos encontramos en el rol de confidentes, oyendo detalles de su relación que eran demasiada carga para que pudiéramos manejarla emocionalmente.  


Escuchábamos porque teníamos miedo de las consecuencias que podrían aquejar al progenitor que sufría si no lo hacíamos, y miedo de la pérdida de amor si no cumplíamos el rol que nos había tocado en suerte. Por eso no nos protegíamos, y nuestros padres tampoco nos protegían, porque necesitaban vernos más fuertes de lo que éramos en realidad. Si bien éramos demasiado inmaduras para esa responsabilidad, terminamos protegiéndolos a ellos. Al ocurrir esto, aprendimos a edad demasiado temprana y demasiado bien a cuidar a todos menos a nosotras mismas. Nuestra propia necesidad de amor, atención, cariño y seguridad quedó insatisfecha mientras fingíamos ser más poderosas y menos temerosas, más adultas y menos necesitadas, de lo que realmente nos sentíamos.
Y habiendo aprendido a negar nuestro propio anhelo de que nos cuidaran, crecimos buscando más oportunidades de hacer lo que habíamos aprendido a hacer tan bien: preocuparnos por las necesidades y exigencias de los demás en lugar de admitir nuestro miedo, nuestro dolor y nuestras necesidades insatisfechas. Hace tanto tiempo que fingimos ser adultas, que pedimos tan poco y hacemos tanto, que ahora nos parece demasiado tarde para esperar nuestro turno, entonces seguimos ayudando, con la esperanza de que nuestro miedo desaparecerá y nuestra recompensa será el amor.
Norwood Robin

YO SOY

<En todo el universo, no hay otra persona exactamente igual que tú: Yo soy yo, y todo lo que soy es único. Soy responsable de mí mismo, tengo todo lo que me hace falta aquí y ahora para vivir plenamente. Puedo escoger amar, ser competente, encontrarle un sentido a la vida y un orden al universo, puedo escoger desarrollarme, crecer y vivir en armonía conmigo mismo, con el resto de las personas y con Dios. Soy digno de ser aceptado y amado exactamente como soy, aquí y ahora. Me amo y me acepto, decido vivir plenamente desde hoy> Virginia Satir