Las leyes naturales nos
explican que no podemos alcanzar lo que consideramos que no nos
pertenece aun.
Cuando
solicitas un deseo al universo, lo haces desde la perspectiva de que
ese bien que solicitas no lo has obtenido aun. Si no lo has obtenido
aun, es porque no has estado vibrado en la frecuencia necesaria para
atraerlo. Eso significa que aun no te has convertido en esa persona que
está al nivel de lo que espera.
Cuando
esperas algo del universo, estás reconociendo abiertamente que aun no
eres la persona capaz de haberse ganado eso que pides. Imagínate cuando
en algunas ocasiones has exigido al universo, has llorado e implorado
que te dé lo que aun no tienes. Ese acto solo sabe confirmar que aun no
estas listo para recibirlo.
El
que pide, está reconociendo que no tiene. El que pide está reconociendo
que aun no es capaz de crear lo que pide. Esto se puede aplicar a un
mendigo, que creyendo es su incapacidad para crear su propio bien, ya
sea en amor o bienes materiales, se dedica a esperar que le den. Si el
mendigo no cambia de paradigma, seguirá siendo mendigo por siempre.
Entonces
¿Cómo pedir? La palabra pedir puede ser el problema. Una palabra mas
adecuada podría ser tener “expectativa”, que invoca un sentimiento de
que el bien demandado es absolutamente posible de conseguir. La energía
que se crea al interior de tu ser no es la misma cuando mencionas la
palabra pedir y la palabra expectativa.
Pedir
es lo justo, pero no podemos pedir desde el punto de vista de la
carencia. La confusión se presenta cuando vemos con los ojos físicos que
lo que estamos necesitando no está. En los planos físicos puede que
realmente no esté, pero en los planos energéticos ya te pertenece y solo
es necesario que lo llames, lo atraigas y lo recibas.
Cuando
dices “espero el bien que ya es mío, confío en que ya me pertenece y
me dispongo a recibirlo”, comienza a funcionar la ley de atracción en
forma sincronizada hacia ti. En este caso te encuentras sintonizando con
lo que esperas y sabes que ya es tuyo, reconoces que ya lo tienes y tu
vibración está en la frecuencia correcta para atraerlo.
Esta
certeza de recibir lo que ya nos pertenece, la llamamos fe. Sin la fe
no es posible atraer lo que tanta falta te hace en el plano físico. Para
concretar tus visualizaciones tienes que considerarte un ser espiritual
y además un ser digno y merecedor de tu bien. Si esperas algo, solo
desde la perspectiva física, con la secreta sensación de que es algo
lejano a ti, tu deseo no puede ser concretado.
Cuando
guardas esa sensación de lejanía con lo que quieres concretar, estás
creando una interferencia entre lo que es tuyo y el hecho de recibirlo.
Estas desconociendo tus propios bienes. No se trata de que algo ajeno a
ti llegue, se trata de reconocer que eso que esperas ya es tuyo y que
espera a que tú lo invoques. Ese bien está esperando por ti desde antes
de que te hubieras dado cuenta de esa necesidad. La biblia dice, que
antes de que tú pidas, el Padre ya sabe lo que necesitas.
La
ley de atracción es una ley perfecta y no podemos engañarla cuando
tenemos una parte de nosotros que no cree en todo lo que nos pertenece.
No podemos fingir que estamos alineados. Si hace tiempo que esperas
algo que no se concreta puede ser debido a esto, creer que estas
alineado sin que lo estés verdaderamente.
La
manifestación consciente solo funcionará para ti cuando tu energía
interior se encuentre verdaderamente dirigida y centrada en lo tuyo,
cuando hayas aceptado que eso se manifieste y cuando hayas dado las
gracias por adelantado porque tienes la plena certeza de que eso ya es
una realidad.
No
puedes crear lo que necesitas, solo puedes atraer lo que ya sientes que
es tuyo y que por derecho divino te pertenece. Cuando comprendes este
pequeño pero gran detalle, veras que tu vibración cambia completamente
entre estar pidiendo desde la carencia a estar en la expectativa y la
certeza de que todo ya es. La certeza es la que crea. La duda convierte
en polvo tus sueños. Recordemos ese pasaje de la biblia cuando Pedro
comienza a caminar sobre las aguas del mar y al darse cuenta de lo que
estaba haciendo, comenzó a dudar y no pudo seguir sosteniéndose sobre
ella.
Solo
puedes esperar que llegue lo que ya es tuyo para que tu vibración esté
alineada con ese bien. Si te sientes energéticamente alejados de ese
bien, contradices las leyes. Se requiere que estés a la expectativa,
seguro, confiado, muy contento, muy entusiasta, celebrando y
agradeciendo por adelantado.
¿Es este estado el que sostienes en tus peticiones?
