jueves, 22 de noviembre de 2012

ME QUEDAN 1248 SABADOS PARA DISFRUTAR A MI FAMILIA

Las mil Bolitas…

Cuanto más envejezco, más disfruto de las mañanas del sábado.
Tal vez es la quieta soledad que viene por ser el primero en levantarme o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabajo...
De todas maneras, las primeras horas de un sábado son en extremo deliciosas.

Hace unas cuantas semanas, me dirigía hacia mi equipo de radio-aficionado, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra.
Lo que comenzó como una típica mañana de sábado, se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando...
Déjenme contarles:
Sintonicé mi equipo de radio en banda de 20 metros , para entrar en una red de intercambio de sábado en la mañana.
Después de un rato, me topé con un colega que sonaba un tanto mayor.
Él le estaba diciendo a su interlocutor, algo acerca de "unas mil bolitas".
Quedé intrigado y me detuve para escuchar con atención:
- Bueno, Tomás, -decía- de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo.
Estoy seguro que te pagan bien, pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar 70 horas a la semana para sobrevivir.
¡Qué triste que te perdieras la presentación teatral de tu hija!
Continuó:
- Dejame decirte algo, Tomás, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis prioridades.

Y entonces fue cuando empezó a explicar su teoría sobre las "mil bolitas".
- Mira, me senté un día e hice algo de aritmética. La persona promedio vive unos 75 años, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos 75 años.
Entonces multipliqué 75 años por 52 semanas por año y obtuve 3.900 que es la cantidad de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.
- No te distraigas y sígueme, Tomás, que voy a la parte importante. Me tomó hasta que casi tenía 55 años pensar todo esto en detalle.
Continuó:
- Y para ese entonces, con mis 55 años, ¡¡ya había vivido más de 2.800 sábados!!
Me puse a pensar que si llegaba a los 75, sólo me quedaban 1.000 sábados más que disfrutar.
Así que fui a una juguetería y compré todas las bolitas que tenían.
Tuve que visitar 3 tiendas para obtener 1.000 bolitas.
Las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi equipo de radio aficionado.

Yo seguía escuchando atentamente:
- Cada sábado, a partir de entonces, tomé una canica y la he tirado.
- Descubrí que al observar como disminuían las bolitas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida. No hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en la vida.
Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos despidamos y lleve a mi bella esposa a desayunar...
Esta mañana, saqué la última canica de la fuente de cristal y entonces me di cuenta de que si vivo hasta el próximo sábado me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida y si hay algo que todos podemos usar, es un poco más de tiempo...
Me gustó estar en contacto contigo, Tomás, y espero que puedas estar más tiempo con tu familia.
Hasta pronto, se despide "el hombre de 75 años…"
Cambio y fuera, ¡Buen día!

Uno podría haber oído un alfiler caer al suelo en la banda cuando este amigo se desconectó.
Creo que nos dio a todos bastante para pensar.

Yo había planeado trabajar en la antena aquella mañana y luego iba a reunirme con unos cuantos radio aficionados para preparar la nueva circular del Club...
En vez de aquello, desperté a mi esposa con un beso,
- "Vamos querida, te quiero llevar con los chicos a desayunar afuera".
- ¿Qué pasa? - preguntó ella sorprendida.
- Nada; es que no hemos pasado un sábado junto con los chicos en mucho tiempo.
- Por cierto, ¿podemos parar en la juguetería mientras estamos fuera? Necesito comprar algunas bolitas...



Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde…
A tomar café corriendo porque estamos atrasados…
A comer un sándwich porque no da tiempo para comer a gusto…
A salir del trabajo porque ya es la tarde…
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día…
A esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir"…
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta…
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos…
A sentarnos en la fila 1 del cine y torcer un poco el cuello porque estaba lleno…
A mojarnos sólo los pies y sudar el resto del cuerpo porque la playa está contaminada…
A pensar en el fin de semana porque el trabajo está duro…
A dormir todo el fin de semana porque siempre tenemos sueño atrasado…

¡¡¡ Nos acostumbramos a ahorrar la vida..!!!
Que poco a poco, igual se gasta… y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Alguien dijo:
"La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"
Si fuiste capaz de leer hasta acá, es posible que necesites releer alguna frase.
No importa si es el principio, y lo mejor es que todavía tienes tiempo,
no importa cuanto, es el que tienes y cada día merece ser vivido sin ahorrar VIDA.
Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes.
ALBERT EINSTEIN

Tal vez TÚ también necesites éstas palabras...

1.- Una vez todos los aldeanos decidieron orar por lluvia, se reunieron en la plaza, pero solo un niño llevaba paraguas. Esto es la
FE!

2.- La sensación de un niño de 1 año cuando lo tiras al aire el se ríe, porque sabe que no lo dejaras caer. Esto es la
CONFIANZA!.

3.- Todas las noches nos vamos a la cama sin ninguna garantía de despertar vivos la mañana siguiente, pero todavía tenemos planes para mañana. Esto es la
ESPERANZA !
 
1248 sabados

LO SIENTO, PERDONAME, TE AMO, GRACIAS

Quien es víctima se siente buen@ y hasta noble. El sentirse buen@ por esa razón, atraerá más situaciones donde siempre tenga que ser la víctima.
Nota: si no comprendes lo escrito déjalo ir, no era para ti. 
La frase tiene dos componentes, en el primero hay una breve explicación del por qué muchos seres humanos hemos sido víctimas y de hecho, en algunas ocasiones continuamos siéndolo. En el segundo hay una invitación a no intentar entender, a no forzar, a no clasificar, a dejar marchar. Esto último es para evitar que las personas que poco a poco van comprendiendo la vida se enganchen con el contenido de dos renglones que quizá sólo con el tiempo descubrirán.
Pero volviendo a la primera frase: Quien es víctima se siente buen@ y hasta noble... es totalmente real. Cuando te quejas de tus hijos, de tu esposo, de tu mamá o de tus hermanos ¿Quién es la buena? o ¿Quién es el bueno? pues tú. Trabajas y trabajas y trabajas incansablemente en la calle para llegar a la casa y encontrarte con que hay cero respaldo, cero apoyo, cero amor, que las demás personas no corresponden a eso tan grande y bonito que tú das. También sucede que como ciudadan@ eres todo un modelo y sin embargo la oposición, la vida o no se sabe qué o quiénes pusieron en la silla presidencial a un fulano que sólo explotará a tu país y a sus pobres integrantes. O suele suceder que eres una hija ejemplar pero tus padres no logran verlo. O eres un esposo maravilloso, amoroso, buen padre y sin embargo tu pareja te dejó por alguien. O quizá eres la mujer más atractiva, trabajadora, hermosa y fantástica de este mundo pero los hombres/mujeres no se fijan en ti.
Son tantas las cosas que te hacen parecer buen@ y más allá de eso: noble, que de repente sólo ves espacio para tus lágrimas y para decirte a ti mism@: no puedo más, las demás personas no están haciéndome feliz y necesito que ellas lo hagan. Ellas no logran fijarse en todo lo que doy, lo que soy, lo que hago, lo que tengo. Ellas no son como yo.
Y sabes algo? estás necesitando de todo eso que crees que te hacen las demás personas. Siiii, no te sorprendas tanto. Si no lo necesitaras no lo traerías a tu presente. El punto es: ¿Qué elegirás? Tomar el 100 por ciento de responsabilidad o ir por ahí dolid@ con la vida. Ten en cuenta esto: estuviste ahí cuando te rompieron el corazón.
Bueno... este escrito lo dice todo. No necesito darte soluciones. Están implícitas en él. Si no logras verlas, tienes a la mano las 4 palabras que curan, ellas harán el trabajo por ti.
Gracias por leerme. Te amo. Vivi Cervera

ALCANZAR EL PODER INTERIOR A TRAVÉS DEL CUERPO

CONECTESE CON SU CUERPO

Tomado del libro El Poder del Ahora escrito por Eckhar Tolle

Por favor, inténtelo ahora. Para esta práctica puede ayudarle cerrar los ojos. Más tarde, cuando ‘estar en el cuerpo’ se haya vuelto natural y fácil, ya no será necesario. Dirija su atención al cuerpo. Siéntalo desde dentro. Está vivo? Hay vida en sus manos, en sus brazos, piernas y pies? En su abdomen, en su pecho? Puede sentir el sutil campo de energía que impregna todo el cuerpo y da vida vibrante a cada órgano y a cada célula? Puede sentirlo simultáneamente en todas las partes del cuerpo como un solo campo de energía? Siga concentrándose en la percepción de su cuerpo interior por unos momentos. No comience a pensar en él. Siéntalo. Cuanta más atención le preste, más clara y más fuerte se hará esta sensación. Se sentirá como si cada célula estuviera más viva y si usted tiene un fuerte sentido visual, puede tener una imagen de que su cuerpo se vuelve luminoso.
Aunque esa imagen puede ayudarlo temporalmente, preste más atención a la sensación que a cualquier imagen que pueda surgir. Una imagen, no importa lo poderosa o bella que sea, está ya definida en una forma, así que hay menos oportunidad de penetrar más profundamente.

La percepción de su cuerpo interior carece de forma, de límites, es insondable. Usted puede siempre profundizar más en él. Si no puede sentir mucho en esta etapa, preste atención a lo que puede sentir. Quizá hay sólo un ligero hormigueo en sus manos o pies. Es suficiente por el momento. Concéntrese en la percepción. Su cuerpo está tomando vida. Por favor abra los ojos ahora, pero mantenga algo de su atención en el campo de energía interna del cuerpo incluso mientras observa la habitación.  El cuerpo interior está en el umbral entre su identidad formal y su identidad esencial, su verdadera naturaleza. Nunca pierda el contacto con él.


ANTES DE ENTRAR EN EL CUERPO, PERDONE


“Me sentí muy incómodo cuando traté de poner mi atención en el cuerpo interior. Había una sensación de agitación o náusea. Por ello no he podido experimentar eso de lo que habla.”

Lo que usted sintió fue una emoción que estaba ahí, de la que probablemente no era consciente, hasta que empezó a prestar atención al cuerpo. A menos que le preste atención antes, la emoción le impedirá tener acceso al cuerpo interior, que está a un nivel más profundo bajo ella. Atención no significa que empiece a pensar en ella. Significa solamente observar la emoción, sentirla plenamente y así reconocerla y aceptarla como es. Algunas emociones se identifican fácilmente: ira, temor, tristeza, etcétera. Otras pueden ser mucho más difíciles de clasificar. Pueden ser sólo vagas sensaciones de desasosiego, pesadez o encerramiento, a mitad de camino entre una emoción y una sensación física. En cualquier caso, lo que importa no es si usted puede ponerles una etiqueta mental, sino si puede traer la sensación de la misma a la conciencia lo más posible. La atención es la clave de la transformación y una atención plena también implica aceptación. La atención es como un haz de luz, el poder concentrado de su conciencia que lo transmuta todo en sí misma.


En un organismo completamente funcional, una emoción tiene un lapso de vida muy corto. Es como una pequeña arruga u ola en la superficie del Ser. Cuando usted no está en su cuerpo, sin embargo, una emoción puede sobrevivir en usted durante días o semanas o unirse con otras emociones de frecuencia similar que se han fundido y se convierten en el cuerpo del dolor, un parásito que puede vivir dentro de usted durante años, alimentarse de su energía, llevar a la enfermedad física y hacer su vida desdichada (vea el capítulo dos del libro el Poder el Ahora).


Así pues, ponga su atención en sentir la emoción y compruebe si su mente se está aferrando a un patrón de queja como la censura, la autocompasión o el resentimiento, que alimentan la emoción. Si ese es el caso, significa que usted no ha perdonado. La falta de perdón es a menudo hacia otra persona o hacia usted, pero puede ser hacia cualquier situación o condición -pasada, presente o futura- que su mente rehúsa aceptar. Sí, puede haber falta de perdón incluso con relación al futuro. Este es el rechazo de la mente a aceptar la inseguridad, a aceptar que el futuro está en últimas más allá de su control. El perdón es abandonar la queja y dejar ir la tristeza. Ocurre naturalmente una vez usted se da cuenta de que su queja no tiene ningún propósito excepto fortalecer un falso sentido de uno mismo. El perdón es no ofrecer resistencia a la vida, permitir a la vida vivir a través de usted. Las alternativas son el dolor y el sufrimiento, un flujo de energía vital muy restringido y en muchos casos, la enfermedad física.


En el momento en que usted de verdad perdona, ha recuperado el poder que estaba en su mente. La falta de perdón es la misma naturaleza de la mente, igual que el falso ser hecho por la mente, el ego, no puede sobrevivir sin lucha y conflicto. La mente no puede perdonar. Sólo usted puede. Usted se hace presente, entra en su cuerpo, siente la paz y quietud vibrantes que emanan del Ser. Por eso Jesús dijo: ‘Antes de entrar en el templo, perdonen’.

SI SE PUEDE

1. Mira fijamente el punto rojo en la nariz de la muchacha durante 30 segundos
2. Vuelve tus ojos hacia una superficie lisa, la pared o el cieloraso
3. Parpadea varias veces
4. ¿Qué ves?

¡Nuestro cerebro es maravilloso, ve en negativo¡