martes, 7 de octubre de 2014

EL CHEQUE DE LA ABUNDANCIA - ¡SÍ FUNCIONA!


 ¿CÓMO COMENZAMOS A MANIFESTAR PROSPERIDAD Y RIQUEZA EN NUESTRA VIDA?
Empezamos a manifestar prosperidad y riqueza en nuestra vida enfocándonos enlo que ya tenemos y en lo que deseamos, sintiéndonos afortunad@s y bendecid@s por ello. De este modo, programamos nuestra mente subconsciente hacia la prosperidad y la abundancia, en vez de hacerlo hacia la carencia. Además, hemos de dar continuamente las gracias por lo que ya hay en nuestra vida, empezando por las personas con las que tenemos el privilegio y la dicha de relacionarnos y convivir, incluso aquellas que, de manera superficial, parecen ser nuestr@s mayores enemig@s, enemig@s que únicamente existen en nuestra mente, porque nunca son reales.


¿QUÉ SON LOS CHEQUES DE LA ABUNDANCIA?
Como su nombre indica, los cheques de la abundancia son una herramienta que podemos utilizar para crear prosperidad y abundancia material en nuestra vida en cada uno de los ciclos lunares.
 
Por asombroso que parezca, ni siquiera es necesario creer realmente que el cheque va a funcionar mientras lo rellenamos. Sin embargo, los resultados son sorprendentes, ya que la abundancia empieza a crecer en una o en varias áreas de nuestra vida, porque la prosperidad y la abundancia no siempre tienen que ver con las finanzas, aunque sí se da siempre en un área que ciertamente necesitamos hacer próspera y abundante.
 
Hay una manera tradicional de hacer este pequeño y sencillo ritual, y que se debe seguir. Puedes dibujar un cheque en un trozo de papely rellenarlo del mismo modo o comprar un talonario de cheques didácticos (se consigue en cualquier papeleria)

En el plazo de las 24 horas siguientes a la Luna Nueva de cada mes,toma un cheque de tu talonario de cheques al portador. Donde dice: “Páguese por este cheque a”, escribe tu nombre y tus dos apellidos. En el renglón superior de la derecha o en la misma línea (según el modelo de cheque) donde escribirías una cantidad de dinero en cifras, escribe“TODA LA DEUDA PAGADA” o “PAGADO POR COMPLETO”, según lo que tú necesites: cancelar una deuda o bien asegurarte de que tendrás dinero para todos tus gastos, de todo tipo, durante el ciclo lunar en el que hagas el cheque. En la línea que está por debajo de tu nombre, donde escribirías una cantidad de dinero en letra, escribe: “PAGADA TODA LA DEUDA” o “PAGADO POR COMPLETO”, según lo que sea adecuado para ti. Firma el cheque con la frase: “La Ley de laAbundancia”. No pongas fecha en el cheque ni escribas una cantidad específica de dinero en él, porque limitarías su poder y la abundancia que llegue hacia ti. Después de rellenar el cheque, guárdalo en un lugar seguro y olvídate de él. El Universo lo tomará de allí donde esté para proporcionarte los ingresos que necesitas.


Muchas personas son escépticas respecto a este tipo de rituales, hasta que los hacen y ven que realmente funcionan. Después de la primera vez, se dan cuenta del poder de estos cheques y los hacen habitualmente en fechas de señalada y alta vibración energética. En realidad, el poder para atraer la prosperidad y la abundancia material a tu vida está en ti, no en un trozo de papel que tú rellenas, pero hacerlo así te lo recuerda y pone tu intención en ello. Verdaderamente, tod@s somos ya esa prosperidad que queremos para nuestra vida, no tenemos que adquirirla en lugar alguno, aunque los ritos físicos y materiales nos sirven para conectar cada vez más profundamente con esas cualidades y, como consecuencia, para materializarlas. La energía siempre sigue al pensamiento y aquello en lo que pones tu intención y tu atención es lo que obtienes, por la energía y el alimento que le das cada vez que piensas en ello.
 
Confío en que utilices este cheque y que obtengas los ingresos suficientes para cubrir todos tus gastos y necesidades básicas, hasta la próxima Luna Nueva. Recuerda que, en el Universo, los límites no existen y que todo es abundancia, sólo tienes que creerte merecedor y merecedora de ella, atraerla de su fuente original, es decir, tú mism@ en conexión con tu ser más elevado y, cuando ya la tengas, repartir un poco de lo que recibas con quienes te rodean. Tanto como des, así recibirás, multiplicado por tres. Y recuerda también la importancia de cobrar siempre con gusto, pagar lo justo y regalar con alegría.

Texto tomado el 7 de Octubre de 2014 de: https://metamorfosisyvida.wordpress.com 

































jueves, 30 de enero de 2014

CUANDO LA INFIDELIDAD SE CONVIERTE EN VICIO...

Escrito por WALTER RISO   
Tomado del libro La Fidelidad Es Mucho  Mas Que Amor

¡Las personas que no se quieren a sí mismas son altamente vulnerables a la seducción. Si pienso que soy feo, poco interesante y nada atractivo y alguien se fija en mí, sentiré una mezcla de alegría, incredulidad y agradecimiento (sobre todo esto último)!.

“Como soñando, como desguarnecida, la mujercita juega con fuego en la cornisa de la felicidad.” Celia Fontán

El  caso de la mujer que se vendía al mejor postor afectivo. Claudia era una  mujer de 36 años que había desarrollado un  esquema negativo de sí misma desde temprana edad. Un  tratamiento a base de cortisona para tratar un asma infantil la había hecho engordar demasiado, afectando seriamente su  autoimagen.  

Se  había casado a los 28 años con el novio de toda su vida, un joven profesional de buena familia que la quería y respetaba. Al poco tiempo quedó embarazada y nació su único hijo. Casi de inmediato hizo una severa depresión posparto, que la llevó a recibir tratamiento  psicológico  y a replantear  drásticamente su vida. Fue  cuando decidió terminar  su carrera de administración y bajar de peso. Un ejército  de meso terapias, dietistas y  cirujanos plásticos hicieron  de las suyas y logró ponerse  en forma. La agobiante percepción de sentirse físicamente  defectuosa fue cediendo  paso  a  una mayor aceptación de su cuerpo: “No recuerdo cuándo ni cómo ocurrió, pero un  día cualquiera me miré al espejo y no me vi tan fea… Me gusté… Aunque mi cara  no  era  perfecta, mis curvas estaban muy bien… veinte kilos menos, unos pantalones ajustados y un buen escote cambiaron mi personalidad”.
El motivo de la consulta fue el siguiente: “En seis años de matrimonio he sido infiel ocho veces, sin contar las locuras de una noche… me gusta llamar la atención… los primeros dos años de casada fui fiel, pero después, cuando empecé a trabajar y a viajar, perdí totalmente el rumbo… Quiero portarme bien… No quiero seguir engañando a mi marido”. Cuando la conducta que hay que modificar tiene su origen en esquemas negativos de larga data y además está mantenida por el placer, se necesitan cambios más profundos que la mera “voluntad”. Algunas personas siguen teniendo una mala autoimagen, aunque la figura haya mejorado sustancialmente, como si el cerebro se negara a eliminar el autoesquema distorsionado. El lado consciente de Claudia percibía positivamente su nuevo look, pero el lado inconsciente actuaba como si necesitara más elementos para convencerse de que era deseable y querible.

Reproduzco a continuación una entrevista que resume la esencia del caso:

Terapeuta: ¿Qué buscas con tus aventuras?
Claudia: Quiero sentirme deseada, gustadora, exitosa…Quiero que me amen…
Terapeuta: ¿Amor?
Claudia: No sé… Quizá no sea exactamente amor, sino aceptación, atención, atracción…No lo tengo claro…
Terapeuta: ¿Sientes que tu marido te ama?
Claudia: Sí… Es un hombre encantador y estaría dispuesto a jurar que me es fiel… Pero no me basta, necesito más…
Terapeuta: ¿Qué es lo que te hace falta?
Claudia: Soy muy sensible a las palabras cariñosas, a las “mentiras” que me dicen los hombres… Si me endulzan los oídos, hacen de mí lo que quieran… Es como una droga, me emborracha, me pierdo… Saber que los inspiro me hace sentir segura.
Terapeuta: ¿Y qué te gusta oír de los hombres?
Claudia: Que soy espectacular, que se mueren por mí, que yo haría feliz a cualquiera, que soy genial… Y así…
Terapeuta: Desear no es amar.
Claudia: Es verdad, pero por algo se empieza… Además, cuando estoy en la cama con ellos, soy la que manda… Se me entregan y se rinden… Me gusta verlos débiles…
Terapeuta: ¿Qué tipo de hombre te atrae?
Claudia: Los famosos, los codiciados, los líderes, los poderosos, en fin, los más solicitados… Esos que nunca pude tener… En mi adolescencia me daba vergüenza ir a bailar porque nadie me sacaba… Siempre quise un príncipe azul…
Terapeuta: ¿Tu esposo no lo es?
Claudia: (Silencio)
Terapeuta: ¿Por qué no te separas?
Claudia: Jamás lo dejaría… No podría vivir sin él… Incluso he pensado en tener otro hijo…
Terapeuta: ¿No te sientes mal siéndole infiel?
Claudia: Me da culpa tardía… Es como si tuviera dos personalidades.
Terapeuta: ¿Él no sospecha?
Claudia: No sé… No, creo que no…
Terapeuta: ¿Cuándo y cómo se acaban las relaciones con tus amantes? ¿Hay alguna secuencia especial?
Claudia: Cuando empiezo a creerles el cuento… A los dos o tres meses comienzo a enamorarme o algo parecido… Entonces los acoso, se asustan y se van… Es una mala táctica… Es la misma historia siempre.
Terapeuta: ¿Te has enamorado de todos?
Claudia: Menos de uno… El más joven y el más buen mozo… No había energía con él…
Terapeuta: ¿Y qué haces cuando se rompe el hechizo y se alejan? ¿Te deprimes, cómo lo manejas?
Claudia: Trato de buscar sustituto… Si no lo encuentro rápido, me acerco a mi marido y a mi hijo… Me regenero por un tiempo… Me apaciguo internamente… Me acerco a Dios…
Terapeuta: ¿Qué peso tiene el sexo en todo esto? ¿No te apegas sexualmente?
Claudia: Soy anorgásmica… Una vez fui donde un sexólogo y no me sirvió… Podría vivir sin sexo…
Terapeuta: ¿Ya te has acostumbrado a ser infiel? Veo que hablas con mucha tranquilidad del tema.
Claudia: No creo que uno se acostumbre…
Terapeuta: ¿Realmente crees que tus conquistas te hacen más valiosa?
Claudia: Pues, mis “acciones” suben… Mi ego se infla… Para mí es muy importante… Es como pasar un examen ¿Me entiende?
Terapeuta: ¿No te sientes utilizada?
Claudia: Un poco… Es de parte y parte… Gajes del oficio… Caramba, dije oficio ¿no?

¿Por qué no era suficiente la aprobación y la aceptación de su marido, si ella decía amarlo? Porque para Claudia, la opinión de su esposo estaba “contaminada” por el afecto: “El me ve con los ojos del enamorado”, me dijo una vez. Por eso, el verdadero reto estaba afuera, con los más bellos y codiciados, con los difíciles, con los que no la amaban y debía conquistar. Y cuanta más competencia femenina existiera, mejor: mayor sería la victoria. Cada conquista sumaba puntos a su autoestima.

Ella había descubierto el lado flaco masculino y probablemente sus amantes, el suyo. El negocio estaba hecho: sexo/gozo por romanticismo e interés transitorio; el cuerpo, a cambio de bellas palabras y algo de cariño. Pero mientras el deseo masculino moría con cada orgasmo y volvía a nacer cuando la testosterona se activaba, la atracción inicial que Claudia sentía por sus pretendientes no seguía la misma curva y a medida que transcurría el tiempo, su sentimiento iba en ascenso hasta transformarse en amor romántico. El conquistador se habituaba y ella se encariñaba. El costo de este juego era paradójico para sus intereses: los tristes finales le enseñaban que era más deseable que querible. Cada conquista terminaba por corroborar lo que en verdad quería negar. Esa era la trampa: la intención de desquitarse y compensar los viejos fracasos hacía que, inevitablemente, los volviera a ratificar.

Claudia fue capaz de vencer su compulsión cuando aprendió a valorarse a sí misma. Una vez comprendió que la apetencia afectiva desmedida lleva a la insatisfacción, la infidelidad perdió su sentido. Con la ayuda de un terapeuta logró mejorar su sexualidad y eliminar el significado mercantilista que le había otorgado a sus relaciones.

Una buena autoestima ayuda a ser fiel. No hay nada mágico en esto: simplementente el filtro de las posibles candidatos y candidatas se estrecha de manera considerable. Y no me estoy refiriendo al narcisismo o a la pedantería del que excluye a los demás porque son menos, sino al autorrespeto que acompaña a los que se sienten valiosos.

Las personas que no se quieren a sí mismas son altamente vulnerables a la seducción. Si pienso que soy feo, poco interesante y nada atractivo y alguien se fija en mí, sentiré una mezcla de alegría, incredulidad y agradecimiento (sobre todo esto último). Aceptar la invitación o la insinuación pasa a ser un acto de cortesía: “Gracias por aceptarme”. En cambio, el que se quiere a sí mismo se “crece”, se vuelve escurridizo, difícil y exigente, obviamente todo en un buen sentido. Su premisa es como sigue: si pongo la felicidad afuera, en lo que me dicen, y me ofrezco como un producto consumible, mi mundo interior entrará automáticamente en decadencia; no me vendo al mejor postor.

Querer autoafirmarte y reforzar tu amor propio a través de la conquista y la seducción compulsiva es una mala estrategia. La premisa es contundente: nadie podrá amarte de verdad si no te amas. Si decides entrar al juego de buscar aceptación a cualquier costo, ninguna pareja será suficiente porque te irás acostumbrando a sus halagos y manifestaciones de afecto, y como cualquier adicto, sentirás que necesitas cada vez más estimulación para sosegarte internamente y salvar tu autoconcepto. Dicen que en la variedad está el placer, pero en las lides del amor, la búsqueda frenética de la novedad genera dolor e insatisfacción.

lunes, 27 de enero de 2014

EN MI SER ACEPTO MI PERFECCION

En mi corazón, yo acepto mi Ser perfecto
Yo acepto que la alegría que he anhelado ya se halla en mi vida
Yo acepto que el amor por el cual he orado ya se halla dentro mío.
Yo acepto que la paz que he pedido ya es mi realidad.
Yo acepto que la abundancia que he buscado ya llena mi vida.
En mi verdad, acepto mi Ser perfecto.
Yo asumo la responsabilidad por mis propias creaciones.
Y todas las cosas que se hallan dentro de mi vida..
Yo reconozco al poder del Espíritu que se halla dentro mío
Y sé que todas las cosas son como tienen que ser.
En mi sabiduría acepto a mi Ser perfecto.
Mis lecciones han sido elegidas cuidadosamente por mi propio Ser.
Y ahora camino a través de ellas en plena experiencia.
Mi sendero me lleva en un viaje sagrado con un propósito divino
Mis experiencias se convierten en parte de Todo Lo Que Es.
En mi conocimiento, acepto mi Ser perfecto
En este momento, estoy sentado en mi silla dorada
Y sé que soy un ángel de luz
Veo a una bandeja dorada - el regalo del Espíritu
Y sé que todos mis deseos ya han sido cumplidos.
En amor de mi Mismo, acepto a mi Ser perfecto.
No me cargo a mi Mismo con juicios o cargas.
Acepto que todo en mi pasado fue dado en amor.
Acepto que todo en este momento me llega del amor.
Acepto que todo en mi futuro resultará de un amor más grande.
En mi Ser, acepto mi perfección.
Y así es.

Geoffrey Hoppe

miércoles, 22 de enero de 2014

ESTAFA DE LA LOTERIA DE MICROSOFT

¿Qué es la estafa de la lotería de Microsoft?

La estafa de la lotería de Microsoft es un fraude que comienza con un mensaje de correo electrónico que afirma que el destinatario ha ganado "la lotería de Microsoft".
No existe la lotería de Microsoft y, si recibe este tipo de mensaje de correo electrónico, ha sido enviado por delincuentes cibernéticos para intentar robarle dinero.
Estos mensajes de correo electrónico están diseñados para comenzar un diálogo que tiene como objetivo convencerle para enviarles dinero.Una vez que ha enviado el dinero, el delincuente con frecuencia volverá a ponerse en contacto con una historia diferente para convencerle de pagar más dinero para obtener el premio en efectivo.
Para poder obtener el premio ficticio, el delincuente puede pedirle que pague una suma de dinero anticipada para cubrir costos, como, por ejemplo, impuestos, servicios de correo, cheques de compensación de las Naciones Unidas, honorarios de abogados, etc.Los delincuentes con frecuencia parecen creíbles y los métodos que usan son muy creativos.Usan marcas de empresas y personalidades conocidas, como, por ejemplo, Microsoft y Bill Gates, para dar credibilidad y autenticidad a los mensajes de correo electrónico.
Estos mensajes de correo electrónico están diseñados para comenzar un diálogo que tiene como objetivo convencerle para enviarles dinero.Una vez que ha enviado el dinero, el delincuente con frecuencia volverá a ponerse en contacto con una historia diferente para convencerle de pagar más dinero para obtener el premio en efectivo.
NO RESPONDA A ESTOS CORREOS!!!!

miércoles, 15 de enero de 2014

Solo podemos atraer lo que ya es nuestro y que por derecho divino nos pertenece




Las leyes naturales nos explican que no podemos alcanzar lo que consideramos que no nos pertenece aun.
Cuando solicitas un deseo al universo, lo haces desde la perspectiva de que ese bien que solicitas no lo has obtenido aun. Si no lo has obtenido aun, es porque no has estado vibrado en la frecuencia necesaria para atraerlo. Eso significa que aun no te has convertido en esa persona que está al nivel de lo que espera.

Cuando esperas algo del universo, estás reconociendo abiertamente que aun no eres la persona capaz de haberse ganado eso que pides. Imagínate cuando en algunas ocasiones has exigido al universo, has llorado e implorado que te dé lo que aun no tienes. Ese acto solo sabe confirmar que aun no estas listo para recibirlo. 

El que pide, está reconociendo que no tiene. El que pide está reconociendo que aun no es capaz de crear lo que pide. Esto se puede aplicar a un mendigo, que creyendo es su incapacidad para crear su propio bien, ya sea en amor o bienes materiales, se dedica a esperar que le den.  Si el mendigo no cambia de paradigma, seguirá siendo mendigo por siempre.

Entonces ¿Cómo pedir? La palabra pedir puede ser el problema. Una palabra mas adecuada podría ser tener “expectativa”, que invoca un sentimiento de que el bien demandado es absolutamente posible de conseguir. La energía que se crea al interior de tu ser no es la misma cuando mencionas la palabra pedir y la palabra expectativa.

Pedir es lo justo, pero no podemos pedir desde el punto de vista de la carencia. La confusión se presenta cuando vemos con los ojos físicos que lo que estamos necesitando no está. En los planos físicos puede que realmente no esté, pero en los planos energéticos ya te pertenece y solo es necesario que lo llames, lo atraigas y lo recibas.

Cuando dices “espero el bien que ya es mío,  confío en que ya me pertenece y me dispongo a recibirlo”, comienza a funcionar la ley de atracción en forma sincronizada hacia ti. En este caso te encuentras sintonizando con lo que esperas y sabes que ya es tuyo, reconoces que ya lo tienes y tu vibración está en la frecuencia correcta para atraerlo.

Esta certeza de recibir lo que ya nos pertenece, la llamamos fe. Sin la fe no es posible atraer lo que tanta falta te hace en el plano físico. Para concretar tus visualizaciones tienes que considerarte un ser espiritual y además un ser digno y merecedor de tu bien. Si esperas algo, solo desde la perspectiva física, con la secreta sensación de que es algo lejano a ti, tu deseo no puede ser concretado. 

Cuando guardas esa sensación de lejanía con lo que quieres concretar, estás creando una interferencia entre lo que es tuyo y el hecho de recibirlo. Estas desconociendo tus propios bienes. No se trata de que algo ajeno a ti llegue, se trata de reconocer que eso que esperas ya es tuyo y que espera a que tú lo invoques. Ese bien está esperando por ti desde antes de que te hubieras dado cuenta de esa necesidad. La biblia dice, que antes de que tú pidas, el Padre ya sabe lo que necesitas.

La ley de atracción es una ley perfecta y no podemos engañarla cuando tenemos una parte de nosotros que no cree en todo lo que nos pertenece.  No podemos fingir que estamos alineados. Si hace tiempo que esperas algo que no se concreta puede ser debido a esto, creer que estas alineado sin que lo estés verdaderamente.

La manifestación consciente solo funcionará para ti cuando tu energía interior se encuentre verdaderamente dirigida y centrada en lo tuyo, cuando hayas aceptado que eso se manifieste y cuando hayas dado las gracias por adelantado porque tienes la plena certeza de que eso ya es una realidad.

No puedes crear lo que necesitas, solo puedes atraer lo que ya sientes que es tuyo y que por derecho divino te pertenece. Cuando comprendes este pequeño pero gran detalle, veras que tu vibración cambia completamente entre estar pidiendo desde la carencia a estar en la expectativa y la certeza de que todo ya es. La certeza es la que crea. La duda convierte en polvo tus sueños. Recordemos ese pasaje de la biblia cuando Pedro comienza a caminar sobre las aguas del mar y al darse cuenta de lo que estaba haciendo, comenzó a dudar y no pudo seguir sosteniéndose sobre ella. 

Solo puedes esperar que llegue lo que ya es tuyo para que tu vibración esté alineada con ese bien. Si  te sientes energéticamente alejados de ese bien, contradices las leyes. Se requiere que estés a la expectativa, seguro, confiado, muy contento, muy entusiasta, celebrando y agradeciendo por adelantado.

¿Es este estado el que sostienes en tus peticiones?

martes, 14 de enero de 2014

"HARÉ QUE FUNCIONE..."

Todos tenemos distintos niveles de conciencia de abundancia y prosperidad. Cuando estamos vibrando muy bajo, sentimos que la vida nos cae encima, que las cuentas llegan sin poder hacer nada. La desesperación y la desesperanza pueden ser nuestros mejores aliados en esa condición de impotencia. En un nivel contrario, sentimos que podemos hacer algo, que somos los creadores y que está en nuestras manos hacer que las cosas funcionen.

Para pasar de un nivel bajo a uno más alto, es necesario poner mucha atención a lo que estamos

pensando, sintiendo y haciendo la mayor parte del día. Cuando comenzamos a elevarnos, es natural que nuestra vibración tenga fluctuaciones intensas. Por un momento podemos sentirnos muy optimistas y poderosos y en otros momentos podemos volver a esa sensación de incapacidad, inseguridad e incertidumbre en relación a nuestras capacidades.

Pasar de un estado de baja vibración a una de alta vibración requiere de mucha paciencia y mucho amor por nosotros mismos. Es importante comprender que todo lo que deseamos desarrollar y dominar tiene un tiempo de maduración que no podemos omitir.

Tenemos toda la capacidad para sobreponernos a cualquier condición y tenemos también todos los medios para hacerlo, pero lo olvidamos debido a la programación popular centrada en la escasez. Comenzar a recordar lo que somos capaces de conseguir y materializar no resulta tan directo y expedito como quisiéramos. Es comprensible que exista inestabilidad en nuestra fortaleza mientras nos vamos acomodando a las nuevas vibraciones.

Louise Hay dice en uno de sus libros que cuando nos iniciamos en la aventura de elevar la abundancia y prosperidad sucederán cosas contrarias que parecerán oponerse a lo que estamos intentado conseguir. Por ejemplo, alguien puede perder su trabajo, extraviar una cantidad de dinero o cualquier otra eventualidad que signifique una aparente pérdida. Seguramente esto se puede graficar con el típico ejemplo de aprender a montar una bicicleta. La mayoría de las veces tenemos alguna caída o un percance que luego es recordado como una buena anécdota.

Pasado el periodo de práctica, sentirás que llegas a una estabilidad suficiente como para reconocer que te mueves como un pez en el agua. Ya no dices: “veré como me va”, “lo intentaré”, “espero que funcione”. Ahora tus palabras son muy distintas y dirás algo como esto: “sé que lo lograré”, “haré todo lo necesario para que suceda”, “haré que funcione”.

Una vez te encuentres allí, estás a un paso de conseguirlo. En esos momentos tu energía fluye de ti con la suficiente vitalidad como para poner al mundo a tu disposición para colaborar a tu beneficio, porque también será provechoso para él.

Si antes de elevarte te rodeabas de personas con baja vibración, ellas cambiarán o se alejaran de tu vida. No olvides que cada cual tiene su proceso, su tiempo y su momento para avanzar. Los puedes invitar a subir junto contigo, pero no los puedes presionar. Todos llegaremos, tarde o temprano a decir: “haré que suceda”.

A veces la vida te presenta situaciones difíciles de superar para ti, en las áreas de salud, económica y/o relaciones. Sabes que estas situaciones las creas tú, pero hasta la fecha no has podido comprender, como es que las estas creando, no encuentras una salida y te gustaría que alguien pudiera ayudarte a ver como salir de allí. (Patricia González).

lunes, 13 de enero de 2014

PUEDO ELEGIR MIS SENTIMIENTOS

Premisa Mayor: Yo puedo controlar mis pensamientos.
Premisa Menor: Mis sentimientos provienen de mis pensamientos.
Conclusión: Yo Puedo Controlar Mis Sentimientos.

Escrito por WAYNE DYER   
Tomado del libro Tus Zonas Erroneas

Los sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los sentimientos son reacciones que eliges tener. Si eres dueño de tus propias emociones, si las  controlas, no tendrás que escoger reacciones de autoderrota. Cuando aprendas que puedes sentir lo que prefieres o eliges sentir, empezarás a encaminarte por la verdadera senda de la "inteligencia". Esta senda es nueva porque tú considerarás a una emoción dada como una opción y no como una condición de la vida. Éste es el meollo y el alma misma de la libertad personal.

Con la lógica se puede atacar el mito del no estar a cargo o en control de las propias emociones. Por medio de un simple silogismo (una formulación lógica en la que se tiene una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión que se basa en un acuerdo entre las dos premisas) puedes empezar el proceso de estar a cargo de ti mismo, tanto mental como emocionalmente.

Lógico.- Silogismo

Premisa Principal: Aristóteles es un hombre.
Premisa Menor: Todos los hombres tienen pelo facial.
Conclusión: Aristóteles Tiene Pelo Facial.

Ilógico.- Silogismo

Premisa Mayor: Aristóteles tiene pelo en la cara.
Premisa Menor: Todos los hombres tienen pelo en la cara.
Conclusión: Aristóteles Es Un Hombre.

Está muy claro que cuando recurres a la lógica, debes tener cuidado de que las premisas mayor y menor estén de acuerdo. En el segundo ejemplo Aristóteles podría ser un mono o un topo. He aquí un ejercicio lógico que puede descartar para siempre la noción de que tú no puedes hacerte cargo de tu propio universo emocional.

Premisa Mayor: Yo puedo controlar mis pensamientos.
Premisa Menor: Mis sentimientos provienen de mis pensamientos.
Conclusión: Yo Puedo Controlar Mis Sentimientos.

La premisa mayor está clara. Tienes el poder de pensar lo que se te ocurra. Si se te ocurre algo de improviso (algo que tú elegiste poner en tu cabeza, aunque no sepas por qué lo hiciste), aún tienes el poder de hacerlo desaparecer y por tanto sigues controlando tu universo mental. Yo te puedo decir: "Piensa en un antílope color rosa", y tú lo puedes volver verde o convertirlo en un jabalí, o puedes pensar simplemente en cualquier otra cosa que quieras. Sólo tú puedes controlar lo que entra en tu cabeza como un pensamiento. Si tú no crees en esto, contesta simplemente esta pregunta: "Si no eres tú el que controla tus pensamientos, ¿quién los controla? ¿Es acaso tu cónyuge, o tu jefe o tu madre?".

Y si son ellos los que controlan lo que tú piensas, entonces mándalos a ellos a que se hagan un tratamiento psicoterapéutico, y tú mejorarás inmediatamente. Pero tú sabes que no es así. Tú y sólo tú puedes controlar tu aparato pensante (fuera de casos extremos de lavado de cerebro o de experimentos de condicionamiento que no forman parte de tu vida). Tus pensamientos son tuyos, exclusivamente tuyos para hacer con ellos lo que quieras, conservarlos, cambiarlos, compartirlos o contemplarlos. Ninguna otra persona puede meterse dentro de tu cabeza y tener tus pensamientos como tú los experimentas. Eres tú quien controla realmente tus pensamientos, y tu cerebro es tuyo propio, y puedes usarlo como quieras y determines.

Tu premisa menor no es discutible si examinas las pruebas históricas y empleas tu sentido común. No puedes tener un sentimiento (emoción) sin antes haber experimentado un pensamiento. Sin el cerebro desaparece tu capacidad de "sentir". Un sentimiento es una reacción física a un pensamiento. Si lloras, o te sonrojas, te late más fuerte el corazón o te sucede cualquiera de las posibles reacciones emocionales de la interminable lista de posibilidades, quiere decir que primero has recibido una señal desde el centro del pensamiento. Cuando el centro del pensamiento de tu mente está dañado o ha sufrido un cortocircuito, no sientes emociones, no puedes sentirlas. Con cierto tipo de lesiones en el cerebro no se siente ni el dolor físico, literalmente tu mano puede quedar completamente achicharrada y frita al fuego y tú no sentir ninguna sensación de dolor.

Tú sabes que no puedes neutralizar tu centro del pensamiento y al mismo tiempo experimentar cualquier sensación en tu cuerpo. No es posible. Así tu premisa menor se apoya en una verdad. Todas tus sensaciones te llegan precedidas por un pensamiento, y sin la función el cerebro no puedes experimentar sensaciones. La conclusión del silogismo es también ineludible. Si tú controlas tus pensamientos, y tus sensaciones y sentimientos provienen de tus pensamientos, entonces eres capaz de controlar tus propios sentimientos y sensaciones. Y puedes controlar tus sentimientos elaborando los pensamientos que los precedieron. Para simplificar podemos decir que tú crees que son las cosas o la gente los que te hacen infeliz, pero esto no es correcto. Eres tú el responsable de tu desgracia porque son tus pensamientos respecto a las cosas y a la gente que hay en tu vida los que te hacen infeliz. Para llegar a ser una persona libre y sana tienes que aprender a pensar de forma diferente. Cuando hayas logrado modificar tus pensamientos, entonces empezarán a surgir tus nuevos sentimientos y habrás dado el primer paso en el camino hacia tu libertad personal.

Consideremos el silogismo de una manera más personal tomando el caso de Cal, un joven ejecutivo que se pasa la mayor parte del tiempo preocupado y sufriendo porque su jefe piensa que es tonto. Cal es muy infeliz porque su jefe tiene una opinión muy pobre de él. Pero si Cal no supiera que su jefe piensa que él es tonto, ¿sería igualmente infeliz? Por supuesto que no. ¿Cómo podría sentirse desgraciado por algo que ignora? O sea, que lo que cree o deja de creer su jefe no es lo que lo hace infeliz. Lo que Cal cree es lo que lo hace infeliz. Más aún, Cal es responsable de su propia infelicidad al convencerse a sí mismo de que lo que otra persona piensa es más importante que lo que él mismo piensa.

Esta misma lógica es aplicable a todos los acontecimientos, cosas y puntos de vista de las personas. La muerte de alguien no es lo que te apena; hasta enterarte no puedes haberte apenado, así que no es la muerte la causa de tu pena sino lo que tú te dices respecto a ese hecho. Los huracanes no son deprimentes por sí mismos; la depresión es algo exclusivamente humano. Si te sientes deprimido a causa de un huracán es que te estás diciendo a ti mismo cosas que te deprimen respecto al huracán.

Esto no quiere decir que te debas engañar diciéndote cosas que te hagan disfrutar del huracán, sino que más bien te preguntes a ti mismo: "¿Por qué voy a escoger la depresión? ¿Acaso deprimirme me ayudará a enfrentarme con el hecho del huracán de una manera más eficiente?".

Has crecido y te has desarrollado en un ambiente cultural que te ha enseñado que no eres responsable de tus sentimientos y sensaciones, aunque la verdad silogística te demuestre que siempre lo fuiste. Has aprendido una cantidad de dichos para defenderte del hecho de que eres tú el que controla tus sentimientos. He aquí una pequeña lista de frases hechas que has usado una y otra vez. Examina los mensajes que envían estas frases.

- "Me ofendes."
- "Me haces sentirme mal."
- "No puedo evitar sentir lo que siento."
- "Simplemente estoy enfadado, no me pidas que te explique por qué."
- "Esa persona me enferma."
- "Tengo miedo a las alturas."
- "Me avergüenzas."
- "Me acelero cuando ella está cerca de mí."
- "Me haces hacer el tonto en público."

Esta lista podría seguir interminablemente. Cada frase contiene dentro de sí misma un mensaje que anuncia que no eres responsable de lo que sientes. Ahora vuelve a escribir la lista correctamente, o sea, de manera que refleje que eres tú quien controla lo que sientes y que tus sentimientos y sensaciones provienen de los pensamientos que tienes respecto a cualquier cosa.

- "Me ofendí por las cosas que me dije a mí mismo respecto a cómo reaccionaste tú ante mí."
- "Me hice sentirme mal.
- "Puedo evitar sentir lo que siento, pero he escogido estar enfadado."
- "He decidido sentirme enfadado porque generalmente puedo manipular a los demás con mi enfado puesto que ellos piensan que yo los controlo."
- "Yo me enfermo a mí mismo."
- "Yo me asusto a mí mismo en las alturas."
- "Yo me avergüenzo de mí mismo."
- "Yo me excito cuando estoy cerca de ella."
- "Yo hago el tonto por tomar más en serio tus opiniones respecto a mí mismo que las mías propias, y por creer que los demás hacen lo mismo."

Quizá tú crees que los dichos de la Lista 1 son simplemente figuras retóricas que se han convertido en clichés que se usan en nuestro ambiente cultural y que no tienen mayor significado. Pero si es así como piensas entonces pregúntate a ti mismo por qué las frases de la Lista 2 no se han convertido en clichés. La respuesta está en la influencia de nuestro ambiente cultural sobre nuestro pensamiento que nos enseña a pensar como la Lista 1 y nos aleja de la lógica de la Lista 2.

El mensaje es claro como el cristal. Eres tú el responsable de lo que sientes. Sientes lo que piensas, y puedes aprender a pensar diferentemente sobre cualquier cosa, si decides hacerlo. Pregúntate a ti mismo si vale la pena, si te compensa ser infeliz, estar deprimido o sentirte herido u ofendido. Entonces examina, profundamente, el tipo de pensamientos que te están llevando hacia estos sentimientos de debilidad.