miércoles, 5 de octubre de 2016

¿POR QUÈ SOMOS INFIELES?

Escrito por Walter Riso


En el fenómeno de la infidelidad intervienen un sinnúmero de variables, cuyo peso dependerá de la historia personal, el compromiso asumido en la relación, la intensidad del amor, las estrategias de resolución de problemas que utilicen, la comunicación, los rasgos de personalidad, la seguridad de uno mismo, en fin, los posibilidades son muchas y ninguna excluye las otras.
No obstante y pese a la complejidad del tema,  si retomamos las investigaciones científicas y la experiencia clínica, podríamos agrupar las causas de la infidelidad, al menos en ocho categorías. 

  • 1. La primera tiene que ver con un efecto paradójico que no siempre se detecta a tiempo: creer que el amor nos hace inmunes. Esta sobrevaloración del amor, muy a pesar nuestro, nos hace bajar la guardia porque creemos que el sentimiento amoroso nos protege de las tentaciones. Nada más peligroso. Como ya he dicho antes, la fidelidad no es producto de la bioquímica, sino que depende de una decisión y un alerta permanente.

  • 2. La segunda se refiere al intento irracional de buscar el amor perfecto, un amor que  no genere dudas: la mujer diez o el hombre diez. Este perfeccionismo afectivo genera dos consecuencias negativas: a) saltar de una relación a otra, porque siempre es posible encontrar a alguien que supere en algún punto a la pareja y, b) ser totalmente intolerante ante los defectos o los errores de  la persona supuestamente amada. A los individuos perfeccionistas en el amor, una fuerza irracional los empuja a buscar “algo mejor” y a rechazar la “defectuosa relación” que sostienen. En este contexto casi delirante y de insatisfacción constante, la infidelidad es solo cuestión de tiempo. La búsqueda es por definición, interminable y dolorosa.

  • 3. La tercera causa se genera por la venganza o por el “ojo por ojo”. Lo que se busca es una “indemnización” para corazón y que repare orgullo herido. Pagar con la misma moneda: “si me eres infiel yo también seré”, “si me haces sufrir, yo haré lo mismo contigo”. La táctica no deja de ser contradictoria. A la hora de la verdad torturar al torturado me convierte en lo mismo que quiero eliminar: resarcir el despecho, despechando o reivindicar la dignidad, humillando, pues termina convirtiéndome en lo mismo que estoy criticando.

  • 4. La cuarta causa hace referencia a las variables de personalidad (genéticas o aprendidas) que definen al infiel serial o crónico. Hay personas que no pueden vivir sin ser infieles, más allá de los riesgos y así sean descubiertos. Esta forma de “adicción al engaño” no tiene arreglo y cuando alguien cae en las redes de semejante individuo, llevara cuernos por el resto de su vida, por más que el otro prometa o vaya a terapia. No importa el género, sean hombre o mujeres, todo hace pensar que en algunas personas existe una tendencia biológica o psicológica exacerbada a engañar a sus parejas.

  • 5. La quinta causa se desprende de la insatisfacción con la pareja. Un número considerable de personas que se sienten afectiva y sexualmente poco gratificados, tratan de “equilibrar” el déficit con una tercera persona que le ofrezca lo que no tiene en casa. Estos “infieles compensatorios” dicen haberlo intentado todo y que no les queda otro camino.

  • 6. La sexta causa es la baja autoestima y una necesidad patológica de ser amado o amada a cualquier precio. Esta “necesidad” de amor es muy peligrosa para la salud mental, porque la cultura no alerta contra ella, como cualquier otra dependencia, sino que la exacerba. Resolver este vacío afectivo mediante relaciones furtivas conlleva por lo general a una conducta promiscua y poco digna.

  • 7. La séptima causa se refiere a los viejos amores inconclusos, los que aparentemente terminaron antes de tiempo o no pudieron completarse afectiva o sexualmente. Un reencuentro con la persona que quedo “entre paréntesis” es acercarse peligrosamente a la hoguera. El refrán dice: “donde hubo fuego, ceniza quedan”, pero de acuerdo a mi experiencia profesional, muchas de estas aproximaciones en realidad  funcionan como el ave fénix y lo que parecía acabado u olvidado, simplemente renace entre las cenizas.

  • 8. La octava y última causa se vincula a ciertas características de los ciclos vitales. Hay acuerdos en que a determinadas edades se dispara cierta vulnerabilidad a los enredos afectivos y/o sexuales. Alguna persona comienza a sentir que la vida pasa rápido y que deben aprovecharla haciendo cosas que antes no fueron capaces de hacer por mojigaterías o miedo.
Es importante señalar que las causas presentadas no son incompatibles entre sí y a veces suelen coexistir al mismo tiempo, lo cual hace que la infidelidad sea más difícil de erradicar y controlar.
 
Artículo original en: http://www.vivaorganicstore.com/blogs/relaciones/881-ipor-que-somos-infieles-ocho-causa-principales.html

viernes, 19 de agosto de 2016

INTELIGENCIA FINANCIERA


¿Qué factores inciden para que exista abundancia y prosperidad en tu Vida?

Para empezar te propongo que escribas, o pienses, cuatro adjetivos para describir a la gente rica y otros cuatros para describir a la gente pobre. Observa cómo tu mente ve a cada estatus social, por llamarlo de alguna manera.

¿Tus adjetivos para la gente rica son negativos para ti? Por ejemplo déspotas, egoístas, superficiales, tiranos… En ese caso imagino que no querrás ser una persona con esas características indeseables para ti. Tu mente inconsciente, y créeme que es la que toma la mayor parte de decisiones, quiere alejarse del dinero porque para ella, para ti, tener dinero es de mala persona. Y seguro que no quieres ser mala persona.
Si tu mente describe a las personas con dinero con adjetivos negativos y a las pobre con adjetivos positivos ya sabes dónde está tu barrera financiera. Tu mente, para protegerte de sentirte un ser negativo te llevará a ser pobre, o a ir tirando. Pero te aseguro que hay gente con dinero que es maravillosa al igual que la hay que no lo es. Y lo mismo pasa con la gente pobre, sin dinero o como prefieras llamarlo.
Por otro lado hay mucha creencia limitante acerca del dinero, de lo que puedes o mereces ganar. Y para poder detectar mejor tu límite, si es que lo tienes, te propongo que te respondas a la siguiente pregunta: “¿Qué me impide ganar más dinero?”.
Las creencias limitantes pueden ser bien de capacidad (como creer que no estás capacitado para encontrar un trabajo mejor), de posibilidad (como creer que no puedes ganar más o ahorrar por tus circunstancias) o de merecimiento (creer por ejemplo que con tu grado de estudios no mereces ganar más).
Muchas personas creen que si no tienen estudios suficientes no podrán (posibilidad) ganar más dinero. Y esto es una barrera que te pones tú si es que crees esto. Déjame recordarte que Steve Jobs, uno de los creadores de Apple, nunca llegó a tener estudios universitarios. Conozco a gente muy bien cualificada con trabajos precarios y a gente sin estudios ganándose muy bien la vida.
Detectar dónde está tu creencia limitante y deshacerte de ella es fundamental si quieres vivir una vida sin preocupaciones económicas. Para lograrlo te sugiero que busques casos que desmonten tu creencia. El nivel de estudios, la edad, el lugar donde hayas nacido, poseer dinero o no (hay personas que creen que es el dinero el que atrae más dinero), tener mejor o peor aspecto físico o lo que sea que crees que te impide llegar a vivir la vida que sueñas no ha sido límite para otros.

Mentalidad rica y mentalidad pobre

¿Cuánto es mucho? ¿Qué es para ti ganar bien? Para unos 500 es mucho y para otros mucho es un millón.
Esto lo vemos claro con el paso del tiempo. Cuando uno es niño aspira a unas monedas, luego a unos billetes, de adolescente con que dé para salir por ahí es suficiente y cuando uno se hace adulto salir por ahí deja de ser suficiente.
Lo que quiero decir con esto es que todo es cuestión de foco. ¿Dónde pones el foco? Porque hay gente que lo pone en trabajos mileuristas y hay gente que lo pone en crear su propio imperio. ¿Y tú qué buscas? Si buscas ganar mil euros vas a ir a por trabajos de mil euros, y vas a rechazar trabajos por menos cantidad, o a aceptarlos temporalmente mientras no salga otro. Pero lo mismo harás si vas a por trabajos de 2000 euros.
¿Qué haces tú? La gente con mentalidad rica es gente de acción, hace, se mueve, crea, inventa, intenta. La gente con mentalidad pobre se queja de su pobreza. Y no conozco a nadie que quejándose haya solucionado su problema.
Una persona con mentalidad rica cree que ella es quien decide cómo va a ser su vida. La gente con mentalidad pobre cree que la vida manda y que hay que adaptarse a lo que venga, sin capacidad de decisión.
La gente con mentalidad rica está dispuesta a arriesgar, a sufrir, a jugársela para lograr lo que desean. La gente con mentalidad pobre juega a no perder, sin riesgos

Inteligencia financiera

Podríamos definir la inteligencia financiera como la capacidad o la habilidad para generar riqueza, solucionar problemas económicos, en resumen manejar el dinero de forma inteligente.
¿Cómo usas tu dinero?
Hay dos formas de usar el dinero. Una es gastándolo y otra es convertirlo en más dinero.
La primera opción es muy fácil de hacer. Es el lema de tanto tengo tanto gasto, porque además solemos acomodar nuestro nivel de vida en torno a la cantidad de dinero que ganamos. Y una persona que gasta su dinero difícilmente hará más dinero, simplemente porque si gana más gastará más. Y todos sabemos cuán fácil puede llegar a ser gastarlo. Una casa mayor, un coche mejor, ropa mejor, etc. Si tu estilo es el de gastar dinero lo que estás haciendo es trabajar para el dinero. Hipotecar tu tiempo, ya sabemos que trabajo es tiempo, para ganar dinero y gastarlo.

En cambio hay otra manera de usar el dinero, a mi parecer de forma más inteligente: convertirlo en más dinero. Lo que se llama adquirir activos en lugar de pasivos. O lo que es lo mismo invertirlo en algo que te genere dinero en lugar de pérdidas, por ejemplo en comprar un piso y alquilarlo o venderlo posteriormente por más dinero, adquirir acciones, etc. De esta manera lo que haces es que el dinero trabaje para ti y no trabajar tú para el dinero.

 ¿Y tú? ¿Piensas en grande o piensas en pequeño? ¿Estás dispuesto a asumir riesgos o prefieres la comodidad de la seguridad? ¿Cómo vas a usar tu dinero? Decidas lo que decidas recuerda siempre que en todo caso tú tienes el poder de decidir.

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sábado, 30 de julio de 2016

LA ADICCIÓN ES UN TRASTORNO DEL APRENDIZAJE

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Me inyectaba heroína y cocaína cuando asistía a la Universidad de Columbia en los años ochenta; algunos días lo hacía varias veces y me dejé cicatrices que aún se pueden ver. Continué consumiendo, incluso después de haber sido expulsada de la escuela, después de una sobredosis y de haber sido arrestada por distribución.
Mis padres estaban abrumados: no podían entender qué había pasado con su hija “talentosa” que siempre había sobresalido en la escuela. Aún tenían la esperanza de que en algún momento dejaría las drogas, aunque cada vez que trataba, recaía después de algunos meses.

En general, hay dos líneas de pensamiento sobre las adicciones: la primera dice que mi cerebro estaba químicamente “secuestrado” por las drogas, que me habían dejado sin control sobre una enfermedad crónica y progresiva. La segunda dice que yo era simplemente una delincuente egoísta, a quien no le importaban los demás, como la mayoría de la gente aún cree (cuando el adicto es un ser querido, nos inclinamos por la primera explicación; cuando no lo es, nos inclinamos por la segunda.)

Necesitamos una nueva perspectiva, porque nuestro conocimiento sobre la neurociencia que subyace a la adicción ha cambiado y porque todos los tratamientos existentes simplemente no funcionan.
La adicción sí es un problema cerebral, pero no es una patología degenerativa como el Alzheimer o el cáncer, ni tampoco es evidencia de una mente delictiva. Es más bien un problema de aprendizaje, una diferencia en el modo en que el cerebro hace conexiones que afecta la manera como procesamos la información sobre la motivación, la recompensa y el castigo. Además, como muchos problemas de aprendizaje, el comportamiento adictivo se moldea por influencia genética y el entorno durante el desarrollo.
Los científicos han estudiado la conexión entre los procesos de aprendizaje y la adicción por décadas. Ahora, mediante investigación con animales y estudios radiológicos, los neurocientíficos lograron reconocer qué regiones cerebrales están relacionadas con la adicción y de qué manera.

Los estudios muestran que la adicción altera la interacción entre las regiones medias del cerebro como el tegumento ventral y el núcleo accumbens, que están ligados con la motivación y el placer, así como partes de la corteza prefrontal que ayudan a tomar decisiones y a establecer prioridades. Estas redes determinan a qué le damos valor para poder asegurar que logremos ciertas metas biológicas importantes, concretamente la supervivencia y la reproducción.
Básicamente, la adicción ocurre cuando estos sistemas cerebrales están enfocados en objetivos incorrectos: un comportamiento drogadicto o de autodestrucción como apostar en exceso en lugar de enfocarse en una nueva pareja o un bebé. Una vez que sucede, puede causar grandes problemas.

Si creciste, como yo, con un sistema nervioso hipersensible que te hacía sentir constantemente abrumado, abandonado y no amado, encontrar una sustancia que calme el estrés social se convierte en un escape bendito. La heroína me daba una sensación de comodidad, seguridad y amor que no podía obtener de ninguna persona (el agente clave de la adicción en estas regiones es el mismo de muchas experiencias placenteras: la dopamina). Una vez que experimenté el alivio que la heroína me daba, sentí como si no pudiera sobrevivir sin ella.

Entender la adicción desde esta perspectiva de desarrollo neurológico ofrece mucha esperanza. En primer lugar, como otros problemas de aprendizaje, por ejemplo el trastorno de déficit de atención con hiperactividad o la dislexia, la adicción no afecta la inteligencia en general.

En segundo lugar, esta visión sugiere que la adicción distorsiona las decisiones, pero no elimina totalmente el libre albedrío: después de todo, nadie se inyecta frente a la policía. Esto significa que los adictos pueden aprender a tomar acciones que mejoren su salud, como utilizar jeringas limpias, como lo hacía yo. Hay investigaciones que muestran que tales programas no solo reducen el contagio de VIH, sino que también ayudan a la rehabilitación.
La perspectiva del aprendizaje también explica cómo la compulsión por el alcohol o las drogas puede ser tan fuerte y por qué la gente adicta continúa aun cuando el daño sobrepasa por mucho el placer que obtiene y por qué puede parecer que actúa irracionalmente: si crees que algo es imprescindible para tu sobrevivencia, tus prioridades no tendrán sentido para los demás.

El aprendizaje que nos lleva a sentir deseos como el del amor y la reproducción es muy distinto al aprendizaje de hechos sin carga emocional. A diferencia de solo memorizar las tablas de multiplicar, el aprendizaje profundo y emocional altera completamente el modo en que decides qué es lo que más te importa, por eso recuerdas mejor quién era tu amor platónico en la secundaria que lo que aprendiste en esa época en matemáticas.
Reconocer que la adicción es un trastorno del aprendizaje puede también ayudar a dar por terminada la discusión sobre si la adicción debe ser tratada como una enfermedad progresiva, como afirman los expertos, o como un problema moral, una creencia que se refleja en nuestra continua criminalización de ciertas drogas.
Simplemente se aprendió un modo incorrecto de sobrellevar los problemas.

Además, si la adicción se encuentra en las partes del cerebro que están relacionadas con el amor, entonces la rehabilitación se parece más a recuperarse de una ruptura amorosa que a encarar una enfermedad de por vida. Curar un corazón roto es difícil y muchas veces se puede caer en comportamientos obsesivos, pero no se trata de daño cerebral.

Así, las implicaciones para el tratamiento son profundas. Si la adicción es como un amor no correspondido, entonces la compasión es una aproximación mucho mejor que el castigo.
En 2007, después de analizar información general de docenas de estudios a lo largo de cuatro décadas, se encontró que tratamientos empáticos y de empoderamiento del paciente, tales como terapia cognitiva y terapia motivacional, que alimentan la disposición interna a cambiar, funcionan mucho mejor que las rehabilitaciones tradicionales para confrontar la negación y en las que se les dice a los pacientes que no tienen ningún control sobre su adicción.
Esto tiene sentido porque el circuito que en condiciones normales nos conecta socialmente a unos con otros se ha canalizado hacia la búsqueda de drogas. Entonces, para que nuestros cerebros vuelvan a la normalidad necesitamos más amor, no más dolor.

De hecho, los estudios no han encontrado evidencia favorable sobre los tratamientos severos y de castigo, como el encarcelamiento, los tratamientos humillantes y las típicas “intervenciones” en las que las familias amenazan con abandonar al adicto. La gente adicta ya está dispuesta a pasar por experiencias negativas a causa de sus circuitos cerebrales, así que más castigo no va a cambiar esto.
Las investigaciones también muestran que la mitad de todas las adicciones —a excepción del tabaco— se acaba cuando cumplimos 30 años de edad, y la mayoría de la gente con adicciones al alcohol y las drogas las superan, casi siempre sin tratamiento. Dejé las drogas cuando tenía 23 años de edad. Siempre pensé que las había dejado porque finalmente me había dado cuenta de que mi adicción me estaba dañando.

Una vez que entendamos que la adicción no es un pecado ni una enfermedad progresiva, sino que simplemente surge de una conexión cerebral distinta, podremos dejar de insistir en estrategias que no funcionan y comenzar a enseñar otro tipo de recuperación.
Así pues, si la compulsión que sustenta la adicción se dirige hacia canales más saludables, este tipo de conexión cerebral puede ser benéfico y no solo una desventaja. Después de todo, persistir a pesar del rechazo no solo me llevó a la adicción, también ha sido indispensable para mi sobrevivencia como escritora. La habilidad de persistir es un valor: la gente con adicciones solo necesita aprender cómo redirigirla.

jueves, 28 de julio de 2016

6 consejos para criar buenos niños, según psicólogos de la Universidad de Harvard

Los padres de la era digital saben que tienen una gran competencia a la hora de llamar la atención de sus hijos: la tecnología. Sin embargo, todas las distracciones no han cambiado los elementos básicos para la crianza moral de los niños. Por eso, investigadores y psicólogos de la prestigiosa Universidad de Harvard  creen que hay algunas estrategias a seguir para educar niños que sean amables y empáticos con su alrededor.
Estos son seis consejos que puedes aplicar con tus hijos para que sean buenas personas:

1. Pasa el rato con tus hijos

 Esto es muy importante pues te facilita la relación con tus hijos y además te da la oportunidad de hacerles preguntas y ver cómo ven el mundo y actúan con el resto de las personas.

2. Si algo importa dilo en voz alta

 Según los investigadores, a pesar de que muchos padres digan que sus hijos son la prioridad, estos no sienten esto. Por eso es importante que se los hagas saber. Por eso es importante preguntarte cómo le va en la escuela, cómo se relaciona con sus compañeros u otros adultos, etc.

 3. Muéstrale a tu hijo cómo resolver los problemas

 Ayúdalo a tomar decisiones y enséñale cómo estas pueden afectar al resto. Por ejemplo, si tu hijo o hija quiere abandonar un deporte, enséñale que tiene que tener en consideración la lealtad a su equipo.

4. Haz de la gratitud una rutina

 Según los psicólogos de Harvard, los estudios demuestran que el hábito de expresar la gratitud crea niños que ayudan, son generosos, compasivos e indulgentes. Además, tienden a ser más felices y sanos. Ayudar a sus hermanos, por ejemplo, puede ser un buen ejercicio.

 5. Fíjate en las emociones destructivas de tu hijo

 “La habilidad para preocuparse por los demás puede ser abrumada por rabia, vergüenza, envidia u otros sentimientos negativos”, dicen los investigadores. Ayuda a tu hijo a procesar estas emociones y resolver los conflictos que las causan.

 6. Muestra a tus hijos el cuadro completo

 Casi todos los niños empatizan con un pequeño círculo cercano de amigos y familia. El truco es enseñarles a preocuparse por el resto de las personas que están fuera de su círculo, ya sea social, cultural o geográfico. Esto se puede lograr enseñándoles a ser buenos oyentes y aprender a ponerse en los zapatos de los demás.

 

 

lunes, 9 de mayo de 2016

INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA NIÑOS

Las personas no llegamos a este mundo con la habilidad suficiente como para gestionar el dolor. A pesar de ser algo común en nuestro ciclo vital, y de experimentarlo nada más venir al mundo, nadie nos ha ofrecido un manual para sobrevivir al sufrimiento.
De niños nos desahogamos con las lágrimas pero, a medida que crecemos, nos dicen que llorar no es bueno, que es algo que solo hacen los débiles. Es entonces cuando empezamos a interiorizar, a callar palabras y a disimular.

La educación emocional no es algo que se enseñe en los centros educativos, y nuestros padres casi nunca son demasiado hábiles a la hora de iniciarnos en estos campos, en la gestión de las frustraciones, de los desengaños, de las desilusiones.
Somos nosotros, a través de nuestras experiencias, los que debemos aprender a sobrevivir. Ahora bien, hay algo que debemos tener claro: hay muchos tipos de dolor emocional. Hay unos que lastiman y otros que nos hacen cambiar para avanzar.


El desarrollo emocional en los niños es un elemento muy importante para su posterior desenvolvimiento en la sociedad a lo largo de todas las etapas de su vida.

Muchas personas utilizan los términos de “crecimiento” y “desarrollo”, como sinónimos. En realidad son diferentes, aunque inseparables. El crecimiento se refiere a cambios cuantitativos; aumentos de estatura y estructura. El desarrollo del niño engloba los cambios cualitativos, cambios conductuales significativos que se manifiestan en los niños durante su crecimiento y maduración.


La inteligencia emocional es considerada como la habilidad esencial de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa. Es la capacidad para asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás.

Esta habilidad para manejar emociones de forma apropiada se puede y se debe desarrollar desde los primeros años de vida, ya que las emociones se expresan desde el nacimiento.

Aprender a aceptar la adversidad

Hay quien se niega a aceptar el dolor en cada una de sus formas. Unos enmascaran el dolor físico con los analgésicos y otros rehuyen del dolor emocional, fingiendo que no existe.
  • Es un error. Toda sensación de dolor es síntoma de un problema interior que hay que conocer. Ya sea una enfermedad, en caso de dolor físico, o bien un problema no afrontado de forma correcta.
  • Tampoco podemos pasar por alto que los problemas emocionales pueden somatizarse y derivar así en dolor físico, en cansancio o en problemas musculoesqueléticos.

¿De qué forma hemos de afrontar la adversidad cotidiana?

No debe sorprenderte si te decimos que es necesario aprender que existe esta dimensión lo antes posible. Es vital pues que, desde nuestra infancia, se nos hagan entender las siguientes cuestiones:
  • Por mucho que nuestros padres, madres o abuelos se esfuercen, no pueden cuidar de nosotros siempre ni garantizarnos una felicidad absoluta en cada paso que damos.
  • Los niños deben aprender a gestionar la frustración, a que no siempre se consigue lo que se desea.
Si educamos en madurez emocional, daremos múltiples estrategias a los más pequeños para que cada día, sean capaces de hacer frente a esas fuentes que les puede ocasionar dolor:
  • Con una buena autoestima vencerán las posibles críticas de los compañeros de clase.
  • Si son autónomos, si se esfuerzan en conseguir sus objetivos, sabrán que muchas veces el conseguir algo no está exento de cierto sufrimiento.
El saber ya desde la infancia y la adolescencia que la adversidad es algo que puede aparecer más de lo que desearíamos hará que nos demos cuenta también de que “son momentos para ponernos a prueba”. Para demostrar de lo que somos capaces.


Comprendemos que no es fácil hacerles ver a los niños que la vida, puede ser a veces muy compleja. Como madres y padres les deseamos lo mejor, pero tampoco podemos sobreprotegerles ni introducirlos en una burbuja. Hay que ofrecerles ante todo una educación emocional que fomente su madurez, para que canalicen mejor las decepciones, para que sepan desahogarse, quererse más a ellos mismos, y superarse cada día en su búsqueda por ser felices.

El dolor es el maestro más severo

Desearíamos que no existiera. Nos encantaría borrar el dolor y el sufrimiento de nuestra vida y de la vida de quienes amamos, para que nada turbara nuestro equilibrio. Sin embargo, hay unos principios que debemos asumir e interiorizar por nuestro bien.
La vida fluye y cambia. Nada es estable y formamos parte del movimiento. Hay quien dice que para saber qué es la felicidad, primero hay que sufrir. En absoluto. No hay que ser tan extremos. Las personas sabemos muy bien qué es estar bien, satisfechos, tranquilos y felices. Es un bien primordial y sabemos reconocerlo sin necesidad de ver a su antagonista frente a frente.
Ahora bien, sí hay unos errores en los que a veces solemos caer. Son los siguientes:
  • Pensar que la felicidad y que la calma se van a mantener para siempre. No estamos preparados para sufrir las pérdidas, las enfermedades, para sufrir desengaños.
  • Nos olvidamos de que la vida tiene un principio innato: avanzar. Y todo avance trae de forma irremediable el cambio, ya sea bueno o malo.
  • Todos formamos parte de ese movimiento vital. Es necesario pues permitirse llevar de la forma más armónica posible al compás de esos cambios.
Si nos resistimos a hechos tan comunes como envejecer o no aceptamos que alguien haya podido dejar de amarnos, quedaremos encallados, aferrados al sufrimiento. Hay que llorar y enfadarse, desde luego. Es lícito ponerse de mal humor y sentir el dolor en toda su intensidad cuando algo ocurre pero, luego, debes aceptarlo. Y, después, formar parte de ese río que nos lleva la vida en el día a día, donde el cambio puede traerte de nuevo cosas buenas.
Hay vivencias que nos van a dejar lastimados por dentro, de eso no cabe duda. Hay un tipo de dolor que no deja indemne a nadie, y eso es algo que debemos asumir. La pérdida de un ser querido , por ejemplo, es algo difícil de aceptar, pero poco, podremos vivir con esa ausencia. Dolerá un poco menos.
Ahora bien, ten en cuenta que, si bien es cierto que las personas no solemos llegar “preparadas de fábrica” para el sufrimiento, sí disponemos de estrategias innatas para afrontarlo: todos somos excelentes supervivientes, todos disponemos de RESILIENCIA.

 
ESTRATEGIAS PARA ESTIMULAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS NIÑOS: 

Dar nombre a los sentimientos: Ser capaces de nombrar emociones como la cólera o la tristeza, les ayuda a reconocer esas emociones cuando las sienten.
Relacionar gestos con sentimientos: Es importante que el niño aprenda a identificar emociones en otras personas, de esta manera desarrollará la empatía
Orientarlos: Una vez que sus hijos sepan reconocer sus emociones, existen normas básicas para enfrentarse a ellas

Una rabieta o berrinche es una forma inmadura de expresar ira o enojo. A los 3 años de edad, se puede empezar a enseñar a los niños a expresar sus sentimientos con palabras (“Estás enojado porque…”). Debemos enseñar a los niños que el enojo es normal, pero que debe ser manifestado en la forma apropiada.

En otra entrada amplío el concepto de Resiliencia. Gracias.

viernes, 6 de mayo de 2016

EMPODERAMIENTO INDIVIDUAL Y GRUPAL



EL Grupo Empresarial EmpoderArte está Orientado al Desarrollo de Programas participativos que buscan enseñar habilidades para la vida, a través de la reducción de barreras psicológicas frente al cambio orientando las conductas de las personas hacia la toma de decisiones, la promoción y el entendimiento de los derechos y la creación de un sentido de autonomía y control para las personas, con énfasis en comunidades vulnerables.

el Programa "Juventud sin droga", promueve el desarrollo de competencias, e incluye no solo a los jóvenes si no a toda la comunidad, lo que implica la participación activa de sectores públicos y privados; busca favorecer el desarrollo integral de los niñ@s y jóvenes y facilitar el fortalecimiento de habilidades personales y competencias psicosociales, logrando así que las personas logren establecer relaciones interpersonales sanas y equitativas no solo al interior de su familia sino en los grupos sociales a los que pertenece.

La metodología de estos programas es participativa e invita a la reflexión, el análisis y la creatividad personal.

El objetivo de estos programas ha sido el desarrollo de habilidades para la vida que se enfoca en promover aspectos tales como:
  • El Autoconocimiento
  • La expresión y el manejo de emociones
  • La comunicación asertiva
  • El pensamiento crítico
  • La toma de decisiones y
  • La empatía
La implementación con estudiantes arrojó resultados importantes hacia finales de los años 90s; donde se evidenció la necesidad de trabajar en los docentes y dirigentes que trabajen con niñ@s y adolescentes, el fortalecimiento a nivel personal de las habilidades psicosociales necesarias para transmitirlas a sus propios alumnos.


EMPODERAMIENTO


Rappaport (1987) define el empoderamiento como un proceso, un mecanismo donde las personas, las organizaciones y las comunidades obtienen el dominicio sobre sus asuntos, transmitiendo un sentido psicológico de control personal o influencia en el contexto social o político donde se encuentran inmersos.

El Empoderamiento puede ser comprendido como un movimiento (proceso) general de adquisición de poder en vista de alcanzar un objetivo preciso (Le Bossé & Dufort 2002, citado por Zambrano, Bustamante & García, 2009).

Pick, García & Lennen (2011), definen el Empoderamiento como el esfuerzo que el individuo lleva a cabo para impactar su entorno social, el cual incluye a la familia, los compañeros de trabajo, las instituciones, los miembros de la comunidad, etc., ayuda a facilitar las libertades del individuo y su contexto, incidiendo de manera positiva en la relación que se establece entre la persona y el medio en el que se desenvuelve.

El Empoderamiento según Chiavolas, Cedrós & Sánchez (2008), puede verse desde tres niveles:
  1. Empoderamiento Individual: es importante la participación con otros, lograr metas; incluye esfuerzos para generar acceso a recursos y una comprensión crítica del medio social y político.
  2. Empoderamiento Organizacional: incluye procesos organizacionales y estructuras que animan la participación de los miembros y estimulan la efectividad organizacional
  3. Empoderamiento a nivel Comunitario: Se refiere a las acciones colectivas para mejorar las condiciones de vida y las conexiones entre organizaciones de la comunidad y otras instancias o agencias.


OBJETIVO GENERAL

Impulsar el desarrollo humano, individual y comunitario, a través de programas preventivos y educativos que integren la participación de la propia comunidad, los procesos de formación comunitaria, la participación de organizaciones públicas y privadas, el servicio de personas voluntarias, el trabajo comprometido de personal profesional, especializado en desarrollo humano individual y comunitario, la elaboración y difusión de modelos innovadores que respondan a las necesidades de la comunidad.

Específicos

·         Responder a necesidades manifiestas de comunidades desfavorecidas, con la finalidad de facilitar el desarrollo personal y grupal a través de procesos participativos y la autogestión
·         Favorecer la formación de promotores comunitarios por medio de programas de calidad que les permitan participar en el desarrollo de su propia comunidad
·         Propiciar la sinergia entre la comunidad, los empresarios, las instituciones públicas y privadas y voluntarios con el fin de sumar esfuerzos para lograr una mayor calidad de vida y una convivencia más armónica
·         Promover el desarrollo sustentable de la comunidad, a través de proyectos productivos y de capacitación para el emprendimiento
·         Desarrollar modelos mediante la sistematización de experiencias de intervención comunitaria replicables y adaptables a las necesidades específicas de comunidades en vulnerabilidad.

Se toma como base un modelo de desarrollo humano comunitario, entendiendo este como la interrelación de aproximaciones teórico-prácticas que dan prioridad a la dignidad humana mediante la generación de un clima interpersonal que propicia el desarrollo de las potencialidades emocionales, reflexivas, proactivas y éticas de los individuos, familias y grupos.



ÁREA
PROGRAMAS
Infantil
Desarrollo Psicoafectivo Infantil
Emprendedores Infantiles
Desarrollo de Inteligencias a través del Arte
Adolescentes
Autoestima, Comunicación asertiva, Autoconocimiento, Manejo de emociones
Prevención de adicciones
Prevención de la violencia
Emprendedores Adolescentes
Sensibilización al Arte
Adultos
Comunicación
Autoestima
Prevención de la violencia intrafamiliar
Población Vulnerable
Emprendimiento
Talleres de Artes y Oficios
Proyecto de Vida