lunes, 14 de noviembre de 2011

COMO MANEJAR EL MIEDO Y EL ENOJO

El Miedo y el Enojo son emociones muy comunes en nuestra vida y a veces se manifiestan de forma sutil. El Miedo se manifiesta como ansiedad, preocupación, estrés; el enojo se manifiesta como frustración, irritabilidad, impaciencia.
Nuestra cultura nos ha enseñado que debemos esconder o no sentir o sentirnos avergonzados y arrepentidos.
El enojo es una emoción destructiva que nos afecta en la salud, en las relaciones y cuando la reprimimos, no la expresamos, nos destruye; la guardamos y genera contracciones en el cuerpo que pueden llegar a enfermarnos.
Es común en los que andan el camino de la espiritualidad, el negar, esconder, evadir, reprimir esta energía del enojo. Y quizás por eso, a pesar de meditar y procurar tener pensamientos positivos, aun así no se sienten plenos.
La otra opción es expresar este enojo. Entonces nos quejamos, reclamamos, peleamos, luchamos y lo que sucede es que lastima y a veces destruye relaciones y luego viene el proceso de sentirnos culpables y avergonzados.
Entonces: La represión nos lastima a nosotros mismos, nos enferma, y la expresión hace que lastimemos y que se destruyan nuestras relaciones.
El miedo es una emoción que casi siempre está detrás de todas las emociones, especialmente detrás del enojo. En algún momento aprendimos o creímos que enojarnos nos daría más poder y sentir miedo nos dejaba en posición vulnerable.
Miedo a perder, a que no me quieran, a que salga mal algo, a pedir por lo que necesito, a que pase algo que pierda el control, a que me ignoren.
Hay una tercera opción, muy poco explorada. La otra opción es SENTIR, validar, reconocer, darme un espacio para expresar esa energía sin tener que vomitársela a otro. Es ver qué está pasando en el cuerpo cuando siento las emociones. ..
¿Cómo hacer para transformar una energía tan intensa como el enojo sin lastimar a otros y sin lastimarme a mí mismo?
Entonces me pregunto ¿qué sucede en mi cuerpo cuando me enojo? Y me conecto con mi cuerpo, sin juzgar, sin criticar, dándole la bienvenida a esa parte de mi que he ignorado y permitiéndole a mi cuerpo sentir esa energía. Si quiere gritar, se lo permito… sino puedo… entonces me imagino gritando y de esa manera permito que se mueva esa energía estancada.
Estamos hechos de una infinita sabiduría, de una gran inteligencia. Simplemente confía en tu cuerpo y acompáñalo a sentir, el te mostrara el camino y te revelara lo que necesites.

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