Tomado del Libro "El Poder de la Intencion", escrito por WAYNE DYER
Creo que la intención es
algo que podemos sentir y conocer, que podemos conectarnos con ella y
confiar en ella. Es una conciencia interior que notamos explícitamente,
pero que al mismo tiempo no podemos describir con palabras. Empleo este
concepto para orientarme en el camino hacia la fuerza de la intención
que es la fuente de la creación y para activarla en mi vida cotidiana.
Espero que también tú empieces a reconocer lo que necesitas
personalmente para empezar a activar la intención en tu vida.
A continuación voy a
describir lo que creo que podríamos ver si saliéramos de nosotros
mismos, si flotáramos por encima de nuestro cuerpo. Desde esa
perspectiva me imagino mirando las caras de la intención con ojos
capaces de ver vibraciones más altas.
Las siete caras de la intención
1. La cara de la creatividad.
La primera de las siete
caras de la intención es la expresión creativa de la fuerza de la
intención que nos proyectó, nos trajo aquí y creó un entorno compatible
con nuestras necesidades. La fuerza de la intención tiene que ser
creativa, porque en otro caso nada nacería. A mí me parece una verdad
irrefutable sobre el espíritu/intención, porque su propósito consiste en
dar la vida en un entorno adecuado, ¿Por qué he llegado a la conclusión
de que la fuerza de la intención, que da la vida, dispone que tengamos
vida y que la tengamos con una abundancia creciente? Porque, si fuera al
contrario, no podría adquirir forma la vida tal y como la conocemos.
El hecho mismo de que
podamos respirar y experimentar la vida, para mí es prueba suficiente de
que la naturaleza del Espíritu que da la vida es creativo en su núcleo
mismo. Puede parecer evidente, o por el contrario, confuso o incluso
irrelevante. Pero hay una cosa clara: que estás aquí en tu cuerpo
físico, y que en su momento eras un embrión, y antes una semilla, y
antes de eso, energía amorfa. Esa energía amorfa contenía la intención,
que te trajo de ninguna parte a aquí y ahora. En los niveles más
elevados de la conciencia, la intención te inició en el sendero hacia tu
destino. La cara de la creatividad te dispone hacía una continua
creatividad para que crees y contribuyas a crear cualquier cosa sobre la
que dirijas tu fuerza de la intención. La energía creativa forma parte
de tí; se origina en el Espíritu dador de vida que te disporte.
2. La cara de la bondad.
Cualquier fuerza a cuya
naturaleza sea inherente la necesidad de crear y convertir la energía en
una forma física ha de ser bondadosa. También en esta ocasión lo
deduzco de lo contrario. Si en el corazón mismo de la fuerza de la
intención, que todo lo da, se albergara el deseo de no ser bondadosa, de
ser malévola o perjudicial, la creación resultaría imposible. En el
momento en que una energía no bondadosa adquiriese forma, se destruiría
el Espíritu que da la vida. Pero la fuerza de la intención tiene una
cara bondadosa. Es energía bondadosa con la intención de que lo que está
creando florezca y crezca, y que sea feliz y plena. Decidir ser
bondadoso es decidir activar en tu vida la fuerza de la intención.
Diversas investigaciones han demostrado el efecto positivo de la bondad
sobre el sistema inmunológico y el aumento de la producción de
serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia que se produce
de forma natural en el cuerpo y que nos hace sentir más tranquilos,
cómodos e incluso felices.
En realidad, la función
de la mayoría de los antidepresivos consiste en estimular la producción
química de serotonina para ayudar a aliviar la depresión. Las
investigaciones han demostrado que un simple acto de bondad hacia otra
persona mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y estimula la
producción de serotonina en quien recibe y en quien realiza ese acto
bondadoso. Aún más sorprendente es que las personas que son testigos de
ese acto obtengan parecidos beneficios.
3. La cara del amor.
La tercera de las siete
caras de la intención es la del amor. Hemos de llegar a la irrefutable
conclusión de que existe una naturaleza que otorga la vida inherente a
la fuerza de la intención, ¿Cómo llamar a esta cualidad que fomenta,
amplía y apoya toda la vida sino amor? Es la fuerza impulsora primordial
del Espíritu universal de la intención. Como lo expresó Ralph Waldo
Emerson: «El amor es la palabra más elevada y sinónimo de Dios». El
campo energético de la intención es puro amor que desemboca en un
entorno vigorizante y de absoluta cooperación.
En él no se desarrollan
la censura, el odio, la ira, el temor ni los prejuicios. Por eso, sí
fuéramos capaces de ver realmente ese campo, veríamos creatividad y
bondad en un campo infinito de amor. Entramos en el mundo físico de los
límites y los comienzos a través del campo de fuerza universal del puro
amor.
Esta cara de la intención
que es una expresión de amor solo desea que crezcamos y prosperemos,
que nos convirtamos en todo lo que somos capaces de convertirnos. Cuando
no nos encontramos en armonía con la energía del amor nos alejamos de
la intención y se debilita nuestra capacidad para activarla mediante la
expresión del amor. Por ejemplo, si no haces lo que amas ni amas lo que
haces, tu fuerza de intención se debilita y atraes a tu vida más
insatisfacción, algo que no forma parte de la cara del amor. En
consecuencia, en tu vida aparecerán más elementos que no amas.
Pensamientos y emociones
son pura energía, unas más altas y rápidas que otras. Cuando las
energías más altas ocupan el mismo campo que las más bajas, estas
últimas se transforman en energías más altas. Un ejemplo sencillo
consistiría en una habitación oscura que tiene una energía más baja que
una habitación inundada de luz. Como la luz se mueve con mayor rapidez
que la no luz, cuando se enciende una vela en una habitación oscura no
solo desaparece y se disuelve la oscuridad, sino que parece
transformarse en luz como por arte de magia. Lo mismo se puede decir del
amor, que es una energía más alta y más rápida que el odio.
4. La cara de la belleza.
La cuarta cara de la
intención que yo propongo es la belleza. ¿Qué otra cosa podría ser una
expresión creativa, bondadosa y amante sino bella? ¿Por qué iba a
decidir la inteligencia organizadora de la intención manifestarse de una
forma que le repugnara? Por supuesto, no lo hace.
De modo que podemos
llegar a la conclusión de que la naturaleza de la intención tiene una
interacción eterna de amor y belleza, y añádela expresión de la belleza a
la cara de la fuerza de la intención creativa, bondadosa y amante.
Evidentemente, la verdad
existe en la creación de todo. Es la verdad que se muestra aquí bajo
cierta forma. Está aquí bajo una forma que es expresión del invisible
poder creador. Por eso tenemos que saber silenciosamente que la verdad y
la belleza son una y la misma cosa. De la verdad del espíritu creador
en una expresión de la fuerza de la intención surge la verdad como
belleza. Este saber lleva a ideas valiosas para ejercitar la voluntad,
la imaginación y la intuición individuales.
Para comprender la
importancia de la belleza como una de las caras de la intención, hay que
recordar lo siguiente: los pensamientos bellos construyen un alma
bella. Al hacerte receptivo a ver y sentir la belleza que te rodea,
sintonizas con la fuerza creadora de la intención que existe en el
interior de todo el mundo natural, en el que tú estás incluido.
Al decidir ver belleza en
todo, incluso una persona nacida en la pobreza y la ignorancia podrá
experimentar la fuerza de la intención. Al buscar la belleza en las
peores circunstancias posibles con un propósito individual nos
conectamos con la fuerza de la intención. Y funciona. Tiene que
funcionar. La cara de la belleza siempre está presente, incluso donde
los demás no ven belleza.
Me encanta la respuesta
de la madre Teresa de Calcuta cuando le preguntaron sobre esta cualidad:
«¿Qué hace todos los días en las calles de Calcuta para cumplir su
misión?». Ella contestó: «Todos los días veo a Jesucristo con todos sus
angustiosos disfraces».
5. La cara de la expansión.
La naturaleza elemental
de la vida consiste en encontrar continuamente más expresión. Si
pudiéramos fijarnos de verdad en las caras de la intención, nos
quedaríamos pasmados. Supongo que una de las caras que veríamos sería la
expresión en continua expansión de la fuerza de la intención. La
naturaleza de este espíritu creativo funciona continuamente con el fin
de expandirse. El espíritu es una fuerza de formación. Posee el
principio del incremento, es decir, que la vida sigue expandiéndose para
originar más vida.
La vida tal y
como la conocemos tiene su origen en la intención amorfa. Por
consiguiente, uno de los rostros de la intención es el de algo en eterna
evolución. Puede parecer una minúscula partícula en un estado de
continua repetición y después de ampliación, que a continuación avanza,
siempre expandiéndose y mostrándose. Eso es precisamente lo que ocurre
en nuestro mundo físico. Esta quinta cara de la intención adquiere la
forma de lo que la expresa. No puede ser de otra manera, porque, si su
fuerza, que no deja de expandirse, no se gustara a sí misma o se
sintiera desconectada, solo podría autodestruirse. Pero no funciona así.
La fuerza de la intención se manifiesta como expresión de la
creatividad, la bondad, la belleza y el amor en expansión.
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Al establecer tu relación
personal con esta cara de la intención expandes tu vida por mediación
de la fuerza de la intención, que era, es y siempre será un elemento de
esta intención creadora. La fuerza de la intención es la que te permite
expandir y aumentar todos los aspectos de tu vida, sin excepciones.
Está en la naturaleza misma de la intención el estado de expresión
continua y aumentada, y lo mismo puede aplicarse a todos nosotros.
La única condición para
este movimiento hacia delante consiste en colaborar con él en todas
partes y dejar que ese espíritu se exprese a través de ti, por ti y por
cuantas personas te encuentres. Entonces dejarás de sentir angustia y
preocupación. Confía en la cara de la expansión y haz lo que haces
porque amas lo que haces y haces lo que amas. Has de saber que esos
resultados expansivos y beneficiosos son las únicas posibilidades.
6. La cara de la abundancia ilimitada.
La sexta cara de la
intención es la expresión de algo que no conoce límites, que está en
todas partes al mismo tiempo y es infinitamente abundante. No se trata
sólo de que sea enorme, sino de que no cesa jamás. Tú fuiste creado con
este prodigioso don. Por eso tú también lo compartes en la expresión de
tu vida. Estás cumpliendo la ley de la abundancia. Estos dones se te
conceden libremente y a manos llenas, como se te proporcionan el aire,
el sol, el agua y la atmósfera con una abundancia ilimitada.
Los libros científicos
publicados hace sólo dos años ya se han quedado anticuados. Las marcas
de los deportistas que supuestamente demostraron los límites de nuestras
proezas físicas se superan cada dos por tres. Lo que significa esto es
que no existen límites para nuestro potencial como personas, como
entidades colectivas y como individuos.
En gran medida es así
porque emanamos de la abundancia ilimitada de la intención. Si la cara
de la fuerza de la intención es una abundancia ilimitada, sabemos que lo
mismo ocurre con nuestro potencial para manifestar y atraer cualquier
cosa a nuestra vida. La cara de la abundancia no tiene límite alguno.
Imagínate la inmensidad de los recursos a partir de los cuales son
creados todos los objetos. Después reflexiona sobre el recurso que
destaca por encima de todos los demás: tu mente y la mente colectiva de
la humanidad. ¿Dónde empieza y dónde termina tu mente? ¿Cuáles son sus
límites? ¿Dónde está situada? Y más importante aún, ¿dónde no está
situada? ¿Nace contigo o existe antes de que seas concebido? ¿Muere
contigo? ¿De qué color es? ¿Qué forma tiene? Todas las respuestas están
contenidas en dos palabras: abundancia ilimitada. Tú fuiste creado por
esa ilimitada abundancia.
La fuerza de la intención
está en todas partes, y es la que permite que todo se manifieste,
aumente y provea infinitamente. Has de saber que estás conectado con esa
fuerza vital y que la compartes con todos y con todo lo que, según
percibes, te falta. Ábrete a la expresión de la cara de la abundancia
ilimitada y así contribuirás a crear tu vida como te gustaría que fuera.
Como ocurre tantas veces, los poetas son capaces de expresar con unas
cuantas palabras lo que a nosotros nos resulta tan difícil comprender.
He aquí lo que nos dice Walt Whitman en «Canto a mí mismo». Al leer este
poema, sustituye Dios por la cara de la abundancia infinita para
hacerte una idea de lo que es la fuerza de la intención.
7. La cara de la receptividad.
Así imagino yo la séptima
cara, la cara receptiva de la intención. Sencillamente, es receptiva a
todo. No rechaza ni a nadie ni nada. Acoge a todos y a todo ser
viviente, sin enjuiciar nada, sin conceder la fuerza de la intención a
algunos mientras que se la niega a otros. Para mí, la cara receptiva de
la intención significa que la naturaleza entera está a la espera de
entrar en acción. Sólo se necesita estar dispuestos a reconocer y
recibir. La intención no puede responderte si tú no logras reconocerla.
Si ves que la casualidad y la coincidencia rigen tu vida, la mente
universal de la intención no te parecerá sino una amalgama de fuerzas
carentes de orden y poder.
En términos más
sencillos, no ser receptivo significa negarte a ti mismo el acceso a la
fuerza de la intención. Para utilizar la receptividad global de la
intención has de producir en tu interior una inteligencia que iguale en
afinidad a la mente universal. No solo debes ser receptivo a la
orientación que se te ofrece para manifestar tus intenciones humanas,
sino ser receptivo a devolver esa energía al mundo. Como he dicho tantas
veces en mis discursos y en mis libros anteriores, tu tarea no consiste
en decir cómo sino en decir sí: «Sí, estoy dispuesto. Sí, sé que la
fuerza de la intención es universal. No se le niega a nadie».
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